SADER.- La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), investiga las propiedades antioxidantes y funcionales de la cáscara de la tuna roja “roja lisa”.
La tuna suele consumirse como fruta fresca y es empleada para la elaboración de diferentes productos alimenticios como jugos, mermeladas o licores. Pero las cáscaras de la cactácea, que representan entre 50 a 100 gramos de la materia prima, son consideradas “residuos” agrícolas y a menudo se desechan a pesar de ser fuente de compuestos bioactivos, que pueden aprovecharse potencialmente para beneficiar la salud humana, toda vez que las características de corteza de la tuna podrían inhibir los radicales libres (implicados en la aparición de enfermedades) y la actividad de enzimas digestivas que están relacionadas al metabolismo de carbohidratos y lípidos, lo que les confiere potencial hipoglicémico e hipolipidémico.
En México se producen aproximadamente 42 mil 728 toneladas de cáscaras de frutos rojos por año, lo que puede aprovecharse en beneficio de la salud humana.
México es el principal productor y consumidor de tuna roja en el mundo. En 2022 se cosecharon más de 88 mil toneladas de esta variedad y registraron un valor de 365 millones 289 mil pesos. Zacatecas se posicionó como el tercer productor nacional, después del estado de México y Puebla.
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