Budapest.- ¿Hablas español?, pregunta la psicóloga mexicana Laura V. Cuaya a su perro Kun-Kun, que reacciona ladrando. Sin embargo, al lanzarle un “beszélsz magyarul?” (¿hablas húngaro?), la respuesta del animal es el silencio y una actitud de sorpresa.
Esa diferente reacción resume el resultado de la investigación dirigida por Cuaya y que ha demostrado, por primera vez, que un cerebro no humano puede distinguir dos idiomas, cuando uno de ellos le es familiar.
En un artículo publicado recientemente en la prestigiosa revista “NeuroImage”, Cuaya y sus colaboradores analizan cómo reacciona el cerebro de los perros ante un idioma desconocido.
El estudio, centrado en detectar cómo responde el cerebro de los perros a los dos idiomas, encontró “patrones de actividad diferentes a cada idioma cuando los escuchan”, explica Raúl Hernández-Pérez, uno de los coautores del estudio.
Esta investigación no sólo contribuye a comprender mejor el cerebro, asegura Hernández, sino que permite también comparar dos especies, los humanos y los perros, que han tenido evoluciones separadas.
JV