Juan Alberto Vázquez / Estados Unidos
EU.- Este miércoles 13 de septiembre, según marca la ficha con su nombre emitida por el Buró de Prisiones (BOP, por sus siglas en ingles), Emma Coronel Aispuro, la esposa del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, recuperará su libertad tras de estar 31 meses recluida.
Detenida en el Aeropuerto Internacional de Dulles, Virginia, en febrero del 2021, cuatro meses después se declaró culpable de “ayudar a su marido a las actividades del narcotráfico”. En noviembre de ese mismo año fue sentenciada a 36 meses de prisión que se cumplirían en febrero del 2024. En la audiencia donde la sentenciaron el fiscal Anthony Nardozzi aceptó que ella “no era un organizador, líder, jefe u otro tipo de gerente. Era como un engranaje en la rueda mayor de la organización criminal”, dijo sin embargo el empleado federal, contradiciendo de algún modo la declaración jurada del agente del FBI Eric McGuire, quien adelantaba que sería acusada de “conspirar para distribuir heroína, cocaína, marihuana y metanfetamina” y destacaba “su afiliación al Cartel de Sinaloa”, en donde “promovía las actividades de ese grupo delictivo” además de ayudar en la fuga del Joaquín Guzmán por un túnel del Penal del Altiplano.
El mismo juez Rudolph Contreras de la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, al condenarla a 36 meses concedió que ponerla tras las rejas más tiempo “no serviría para disuadir a otros para no unirse al Cartel de Sinaloa” así como, desde su percepción, tampoco existieron “indicios de que enjuiciar a El Chapo tuviera algún impacto en la situación del cártel”.

En febrero del 2022, un año después de su aprehensión, la sentencia de Emma Coronel se redujo de 36 a 31 meses. “No es beneficio sino (que será) el 85 por ciento del tiempo cumplido” dijo en un comunicado, su abogado y quien también lo fue de El Chapo, Jeffrey Litchman.
“Con todo respeto me dirijo a usted y quiero expresar mi más sincero arrepentimiento por el daño que pude haber causado”, dijo Emma Coronel cuando Contreras le cedió la palabra en la audiencia donde la sentenció. “Me disculpo con los habitantes de este país y como también soy norteamericana, me siento aún más avergonzada”, recalcó.
“Se que para usted puede ser complicado comprender el hecho de que soy esposa de Joaquín Guzmán, y por eso se siente en la obligación de ser un poco más duro conmigo, pero le ruego que no lo haga” clamó.
“Mis hijas ya estaban creciendo sin su papá, por eso le ruego que no permita que crezcan también sin su madre”. culminó. Tras de abandonar el Centro Médico Federal (FMC) de Carswell, Texas, en junio, para ser trasladada a una casa de transición en California, Emma Coronel estará de vuelta con sus gemelas que cumplieron 12 años este verano.
Le tocará conocer y atender la petición hecha por el mismo Guzmán Loera al BOP a finales de agosto para que ella lo pueda visitar con sus hijas en la Prisión de Máxima Seguridad en Florence, Colorado.
JJ