Bagdad.- El secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó hoy desde Bagdad que “hoy, el Tigris y el Éufrates se están secando” puesto que sus flujos de agua han disminuido “drásticamente” debido a la construcción de presas principalmente en Turquía, la mala gestión del agua y la crisis climática.
“La escasez de agua en Irak se ve agravada por la reducción de las entradas del exterior, la gestión insostenible del agua y ahora cada vez más el cambio climático. Es una amenaza que requiere atención internacional”, dijo Guterres en una rueda de prensa desde Bagdad junto al primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani.
Recordó que Mesopotamia (territorio histórico que comprende el Irak actual) significa “la tierra entre los ríos” y que, aquí, “la agricultura floreció por primera vez hace unos 10.000 años”.
“Me rompe el corazón ver a los agricultores obligados a abandonar tierras en las que se han cultivado durante milenios”, lamentó Guterres, sobre la severa sequía que está atravesando el país y que afecta a sus recursos hídricos y seguridad alimentaria.
La sequía en Irak también ha empeorado en los últimos años debido a la escasez récord de precipitaciones y al aumento de las temperaturas, unos factores que evidencian que “Irak es uno de los países más afectados por el cambio climático”, según el secretario general de la ONU.
El portugués recordó que el calentamiento global también “genera desplazamientos, amenaza la seguridad alimentaria, destruye los medios de vida, alimenta los conflictos y socava los derechos humanos, en particular para las poblaciones más vulnerables”.
En este sentido, declaró que a finales de este mes tendrá lugar la Conferencia del Agua de la ONU en Nueva York, en la que espera la participación de Irak.
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