Las ondas sísmicas causadas por el choque de un meteorito sobre Marte viajaron por la superficie del planeta y fueron recogidas por el sismómetro de la sonda InSight de la NASA.
Las ondas sísmicas son importantes para los científicos porque pueden dar mucha información sobre la estructura del lugar por el que se desplazan. Son, de alguna manera, una manera de cartografiar un planeta.
Si las ondas son profundas, dan información sobre el núcleo y el manto pero si son superficiales, revelan cómo es la corteza de un planeta.
Desde que aterrizó en 2018, la sonda InSight ha detectado las ondas sísmicas de mil 318 “martemotos”, algunos de ellos causados por pequeños meteoritos, pero todas ellas procedían de las profundidades del planeta, nunca de la superficie.
Pero en diciembre de 2021 hubo suerte y, por primera vez, tres años después de llegar a Marte, InSight captaba ondas superficiales, causadas por la caída de un meteorito. Estas ondas, y las causadas por el impacto de otro a principios de este año han dado lugar a sendos estudios que se han publicado hoy en la revista “Science”.
“Es la primera vez que se observan ondas sísmicas superficiales en un planeta distinto de la Tierra. Ni siquiera las misiones Apolo a la Luna lo lograron”, afirma Doyeon Kim, investigador del Instituto de Geofísica de la ETH de Zúrich y autor principal del estudio que ha analizado los datos del InSight.
Para confirmar el origen de estas atípicas ondas, otro equipo de científicos analizó las imágenes tomadas por la Mars Reconnaissance Orbiter, que mostraban un gran cráter de más de 130 metros de diámetro a unos 3 MIL 500 kilómetros del lugar en el que estaba el InSight.
La información recogida por los instrumentos de InSight han permitido descubrir que la corteza de Marte es más densa y uniforme de lo que se creía.
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