Fuente: Desde la Fe
México.- Hacer una posada navideña tiene su chiste en la actualidad, pues éstas se han ido transformando con los años, convirtiéndose en ocasiones en un simple pretexto para bailar, romper piñata, comer y beber sin medida, pero sobre todo, sin ningún beneficio espiritual.
¿Cómo eran las posadas navideñas antes?
Hasta hace unas cuatro décadas, en las posadas navideñas que se organizaban en vecindades o colonias pequeñas se tenía por costumbre seguir estos pasos:
1. Se rezaba el Santo Rosario.
2. Se hacía la procesión con los Peregrinos, cantando la letanía en latín.
3. Cuando se llegaba a la casa en la que sería la posada navideña, se cantaban los versos para pedir y dar Posada.
4. Se rompía la piñata.
5. Se repartían los aguinaldos a los niños.
6. En algunos casos, los anfitriones ofrecían algo de comer.
Como señalamos anteriormente, hoy las cosas son diferentes. Por ello queremos ofrecerte una guía para que puedas hacer una posada navideña, “como Dios manda”.
Celebración de las posadas navideñas en la actualidad
A continuación te compartimos la forma en que se realiza la celebración de las tradicionales posadas de Navidad.
¿Qué son las posadas navideñas?
Lo primero que debemos saber es que las posadas navideñas son la Novena de Navidad.
¿Cuántas posadas son?
En total son 9 posadas que comienzan 9 días antes: inician el 16 de diciembre y concluyen el 24 de diciembre.
El objetivo de estas celebraciones es prepararnos para recibir al Niño Jesús, como se merece, es decir, espiritualmente.
El origen de las posadas navideñas se remonta a los primeros misioneros agustinos venidos de España a México-Tenochtitlán. Las primeras celebraciones de este tipo se realizaron en el Convento de Acolman, Estado de México.
¿Cómo hacer una posada navideña?
Pero, ¿qué se hace en una posada navideña? Esta es la guía de 6 pasos que te permitirá realizar adecuadamente tu posada navideña, ya sea con la familia, los vecinos o la comunidad parroquial.
1. Bienvenida a la posada navideña
Es común que las posadas navideñas se realicen en diferentes lugares cada noche. Por tal motivo, los anfitriones deben estar atentos a la llegada de los invitados, evitando distraerse con preparativos de última hora.
Una buena recepción garantiza una mejor convivencia entre los participantes, pues se sentirán acogidos.
Recordemos que muchos de los problemas familiares o entre vecinos surgen a raíz de malos entendidos o malas caras involuntarias.
2. Integración de los invitados a la posada navideña
Los villancicos expresan la alegría de la comunidad cristiana, que espera el nacimiento de Jesucristo; por ello es importante que el ambiente de nuestra posada navideña esté impregnado de ellos.
Mientras, la familia anfitriona puede repartir entre los asistentes hojas-guía con las letras de los villancicos, lo que provocará que los asistentes comiencen a entonarlos, creando así un ambiente de integración.
Los niños son clave en esta dinámica porque disfrutan de cantar canciones navideñas, y los adultos suelen contagiarse con el entusiasmo que imprimen los pequeños en estas celebraciones.
3. El rezo del Santo Rosario en la posada navideña
La Iglesia ha sido siempre una comunidad que ora, pues la oración es un espacio privilegiado para el encuentro con Dios, que da al creyente la paz y la serenidad interior.
Desde el inicio del cristianismo se le tuvo gran veneración a la Virgen María. Por ello, orar con Ella a través del Santo Rosariodurante estos nueve días, es la mejor forma de prepararnos para la Navidad.
4. Canto de la Letanía del Santo Rosario en la posada navideña
Terminado el quinto misterio del Rosario se organiza una procesión con las imágenes de los Santos Peregrinos, mientras se canta la Letanía.
5. Cómo pedir Posada (adentro y afuera)
Al llegar a la casa donde se habrá de pedir Posada, se sugiere que uno de los invitados lea una pequeña reflexión catequética.
Esta reflexión puede estar previamente escrita, y debe girar en torno al momento de preparación que se vive. Se puede hacer una petición por alguna familia o sector específico de la comunidad.
Concluida esta reflexión, se da paso a la petición de Posada: dentro de la casa permanecen los anfitriones y fuera de ella los demás participantes.
6. La convivencia después de pedir posada
Dentro de la casa, el anfitrión reparte la comida (también puede ser de ‘traje’; es decir, que cada familia comparta algo) y el tradicional ponche, al tiempo que se rompe la piñata y se entregan los aguinaldos.
Este debe ser el momento adecuado para la convivencia familiar y el espacio propicio para acabar con las diferencias, y así llegar con el corazón limpio al encuentro de Nuestro Señor Jesucristo en Navidad.
La imagen de María y José permanecen durante esa noche en la casa que sirvió de Posada, desde donde saldrán al día siguiente para llegar a su próxima morada.
JJ