La pérdida de audición se presenta cuando un individuo no es capaz de oír tan bien como una persona cuyo sentido del oído es normal, es decir, cuyo umbral de audición en ambos oídos es igual o mejor que 20 decibeles.
La pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda y puede afectar a uno o ambos oídos y entrañar dificultades para oír una conversación o sonidos fuertes.
Las personas que presentan pérdida de la audición leve y grave se les llama “duras de oído”, se comunican mediante la palabra y pueden utilizar como ayuda audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos, así como los subtítulos.
Las personas sordas suelen padecer una pérdida de audición profunda, lo que significa que oyen muy poco o nada y se comunican mediante el lenguaje de señas.
El Día Nacional de las Personas Sordas se conmemora con la finalidad de que las personas sordas visibilicen su realidad ante el mundo, donde expresan sus demandas en cuestión de derechos y en el cual se ponga de relieve la riqueza de la cultura sorda.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, mil 500 millones de personas viven con algún grado de pérdida de audición, de las cuales unos 430 millones necesitan servicios de rehabilitación.
En México, 1.3 por ciento de la población de tres años en adelante no puede oír, según información de la Encuesta Nacional de los Hogares (ENH) 2017, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
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