ONUSIDA.- El mundo se une, en este día para apoyar a las personas que viven con el VIH y recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el SIDA.
En esta efeméride, se hacen muchos actos de concienciación; muchas personas salen a la calle con un lazo rojo, símbolo de la lucha contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Humana; grupos de personas se movilizan para recaudar fondos para la investigación y para dar su apoyo y solidaridad a las personas con SIDA.
El Día Mundial del SIDA fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo, y la razón de elegir esa fecha concreta fue por razones de impacto mediático, al ser el primer día del mes de diciembre.
La primera vez que se celebró este Día Mundial fue en 1988 y desde esa fecha, el virus ha matado a más de 25 millones de personas en todo el mundo, lo que supone una de las epidemias más destructivas de la Historia.
En 2011 ONUSIDA decidió cambiar el nombre Día Internacional de la Lucha contra el Sida por el de Día Internacional de la Acción contra el Sida, por considerar que la palabra “lucha” tiene una connotación belicista.
A partir de 2021, ONUSIDA lo denomina Día Mundial del SIDA.
Naciones Unidas y ONUSIDA han publicado el lema de 2023 en el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA: “Que lideren las comunidades”.
Un lema que busca que las comunidades que conviven con la enfermedad, o cuyos miembros tienen riesgo de contraerla, o se han visto afectadas en primera línea por el SIDA, son las que tienen que decidir y liderar. Estas comunidades se encuentran con muchas dificultades para liderar y desde la organización se pide a los gobiernos que no limiten la capacidad de estas comunidades y que, al contrario, las financien y apoyen, para que puedan luchar de manera efectiva contra la enfermedad del SIDA.
El SIDA es una enfermedad causada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana, un virus que ataca de manera directa el sistema inmunológico, provocando, a la larga, que las personas presenten serios problemas de salud como infecciones, así como enfermedades graves como el cáncer y que puede terminar con la vida de quien lo padece.
Por lo general, el VIH y el SIDA son dos términos que las personas tienden a comparar y pensar que tienen el mismo significado, cuando en realidad, es que no siempre los portadores de VIH terminan padeciendo de SIDA, ya que, si el paciente es sometido a tiempo al debido tratamiento, esto puede coadyuvar a mantener el virus controlado y así evitar que se desencadene este último.
Muchos pacientes que han sido diagnosticados con VIH, no han llegado a contraer el SIDA. Estas personas son capaces de pasar años con el virus en su cuerpo, pero sin llegar a un deterioro grave del sistema inmune, que ponga en peligro su vida. De ahí la importancia de un diagnóstico oportuno, para luego ser sometido al debido tratamiento.
GF/