Este día fue creado con el objetivo de recordar a todos aquellos calcetines que se han perdido y que por desgracia en su mayor medida no han aparecido, dejando a sus pares en completa soledad y totalmente disfuncionales, pues como sabemos, un solo calcetín no tiene sentido (a menos que se esté viviendo una situación extraordinaria en la que un calcetín sea suficiente).
La palabra calcetín proviene del latín calcea y a su vez de la palabra calceus (zapato). Se estima que los primeros calcetines surgieron en el año 256 en Egipto. Era un trozo de lana que se utilizaba para proteger los pies. Como prueba de ello puedes verlos en exhibición, en el museo municipal de Leicester (Inglaterra).
Según estudiosos de este peculiar fenómeno, perdemos más de mil calcetines a lo largo de nuestra vida. Uno de los momentos más dolorosos es cuando extraviamos un calcetín de nuestro par favorito por circunstancias misteriosas y sin explicación alguna.
Inevitablemente nuestros primeros pensamientos cuando nos enfrentamos a este entuerto es culpar a la lavadora, sin embargo, ella no es la única culpable, ya que en muchas ocasiones otras circunstancias intervienen, como el olvidarlos al dormir alguna vez fuera de casa o simplemente que eres negligente en el aseo y cuidado de tus pertenencias.
Si este es tu caso, es necesario que tomes medidas para que no suceda nuevamente una tragedia tan grande como esta. Consulta con las personas de más edad que estén cerca de ti, pues en ellos encontrarás útiles consejos para combatir estas desapariciones, ya que es seguro que han perdido más calcetines que tú.
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