ONU.- Esta efeméride fue creada para reconocer la importante aportación de la banca internacional con el fin de financiar el desarrollo sostenible y de esta forma mejorar la calidad de vida de la población mundial.
Es innegable que la economía mundial se enfrenta a nuevos retos y desafíos. Uno de ellos es la llamada volatilidad financiera, unido a otros problemas de índole, político, social y ambiental que hacen más difícil lograr los objetivos que se tienen previstos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
No se puede dejar de lado que muchas de las entidades financieras de todo el planeta presentan un alto nivel de endeudamiento que no les permite cumplir sus compromisos; sin embargo, los bancos nacionales de desarrollo que cuentan con una buena administración tienen la capacidad de ayudar a muchos países a elaborar planes de financiación que les permitan alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible.
De acuerdo con los estudios más recientes aproximadamente 30 países no pueden con su deuda externa, lo cual se ha agravado un por un estancamiento global de los mercados internacionales, una caída de la bolsa y una terrible recesión. Todo esto retrasa los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que en los últimos años se ha disparado la desigualdad en los salarios de los trabajadores de los países más pobres, afectando de manera considerable la producción económica y el desarrollo de las comunidades en todo el mundo.
Hoy más que nunca, es prioridad examinar en profundidad la estructura financiera mundial en vías de alcanzar los objetivos que permitan ayudar a nuestro planeta y hacer frente a los múltiples problemas que hoy atravesamos.
Una restructuración de la llamada deuda soberana y un nuevo diseño del sistema tributario internacional pueden ser salidas viables en estos momentos de grandes cambios en los distintos sectores de la sociedad.
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