AGENCIAS.- Esta fecha, perteneciente a la religión católica que se celebra en varias partes del mundo, busca rendir homenaje a todos los santos que han existido a lo largo de la historia e incluso aquellas almas que ya han pasado el purgatorio y se encuentran en el reino de los cielos.
https://www.youtube.com/embed/kB_Udw0O3FY La iglesia primitiva solía celebrar el día de la muerte de un mártir que dio su vida por la obra de Dios.
Pero con el paso del tiempo y sobre todo después de la Persecución de Diocleciano, conocida también como la Gran Persecución, donde un inmenso número de cristianos murieron a manos del ejército romano, la Iglesia tuvo que agrupar a sus mártires en una sola festividad.
A lo largo del tiempo esta celebración ha evolucionado de formas diferentes, según la región.
En México la celebración de Todos los Santos se remonta a la conquista, cuando en la entonces Nueva España se utilizó como parte de las estrategias evangelizadoras tras en la conquista.
Los frailes que arribaron al Nuevo Mundo para enseñar la doctrina cristiana pronto se percataron de la especial relación de los indígenas con la muerte. A ella se le rendía culto, era parte de los ciclos de la naturaleza, tenía relación con el orden cósmico de eterno retorno y también con la dualidad presente en cada manifestación de la realidad humana.
Por ello, las fiestas dedicadas a la muerte de los días 1 y 2 de noviembre se arraigaron hondamente, adquirieron características sincréticas y se volvieron muy especiales dentro del calendario litúrgico.
Ese día debes dedicárselo a la memoria de tus familiares difuntos, pero no con tristeza sino con alegría. Es una excelente fecha para trasmitir a las generaciones más jóvenes el legado familiar, hacerle saber de dónde provienen, qué cosas han hecho sus antepasados y cómo poder honrarles.
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