En Italia, un grupo de al menos cuatro activistas medioambientales cubrió este viernes con 8 kilogramos de harina un coche customizado por el artista estadounidense Andy Warhol, que se expone en un centro artístico de Milán.
Esta acción, la última de una serie de protestas que ha puesto en alerta a los museos de todo el mundo, comenzó a las 11:00 hora local en la Fabbrica del Vapore di Milano, un centro de exposiciones que acoge estos días una retrospectiva sobre el icono del “pop-art” titulada “Andy Warhol: La Pubblicità Della Forma”.
Los responsables del ataque forman parte del colectivo Ultima Generazione, la división italiana de Extintction Rebellion, un grupo internacional que promueve la desobedencia civil para llamar la atención sobre la crisis climática.
La ola de ataques contra obras de arte para llamar la atención sobre la crisis climática no es exclusiva de Italia. Hace unas semanas detuvieron a tres personas en Países Bajos que arrojaron salsa de tomate cerca de la conocida pintura “la Joven de la Perla”, del artista Johannes Vermeer, en el museo Mauritshuis, en La Haya. Unos días antes, dos personas lanzaron puré de patatas contra un cuadro de Claude Monet expuesto en el Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín, y en las mismas fechas dos activistas se pegaron a los marcos de “Las Majas” de Goya en el Museo del Prado de Madrid.
La primera acción de este tipo tuvo lugar en octubre, cuando miembros de ‘Just Stop Oil’ vertieron sopa de tomate sobre el cuadro ‘Girasoles’ de Van Gogh en el Museo de la Galería Nacional de Londres.