El 20 de noviembre de 1910 marcó el inicio de la Revolución Mexicana, un movimiento popular antiimperialista y antilatifundista que marcó el inicio de transformaciones significativas en México, derrotando a la burguesía presente en las instituciones del estado.
La Revolución Mexicana comenzó gracias a Francisco I. Madero, quien proclamó el Plan de San Luis el 20 de noviembre de 1910, luego de ser apresado en San Luis Potosí poco tiempo después de celebrarse las elecciones en la que salió triunfador Porfirio Díaz en junio del mismo año.
Madero logró escapar refugiándose en San Antonio, Texas, propiciando una rebelión incitando a los mexicanos a rebelarse contra el gobierno de Porfirio Díaz, quien había estado en el poder durante 36 años.
Unido a ello se protestaba contra la conformación de los latifundios, así como la explotación del petróleo por parte de compañías extranjeras. Anteriormente, en el año 1908 Francisco I. Madero exigió elecciones democráticas justas, así como eliminar la reelección.
Al inicio de la Revolución, se llevaron a cabo enfrentamientos armados que provocaron la renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia, quien fue exiliado a Francia, mientras que Madero ganó las elecciones convocadas en 1911.
La Revolución Mexicana dejó como resultado más de un millón de muertes de compatriotas, dando visibilidad a figuras de relieve como Pancho Villa, Emiliano Zapata y Pascual Orozco.
Posteriormente, entre el 9 y el 19 de febrero de 1913 se gestó un golpe de Estado militar encabezado por Félix Díaz, sobrino del exdictador, Manuel Mondragón y Bernardo Reyes para derrocar a Francisco I. Madero de la presidencia de México, conocido como la Decena Trágica.
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