Ciudad de México.- Más de 250 mil fieles seguidores de la música electrónica se dieron cita en los tres días que duró el Electric Daisy Carnival (EDC) 2022 que se realizó en diferentes escenarios del Autódromo Hermanos Rodríguez.
Las luces, el beat de la música y el deseo enorme de los asistentes de vivir la fiesta fueron los ingredientes perfectos para un festival fantástico, inolvidable para muchos, “quisiera que no se terminará esto, soy muy, muy feliz aquí, conviviendo, bailando, con mis amigos, mis primos, somos 20 los que nos organizamos para venir y esto es padrísimo”, comentó Monse, quien no dejaba de moverse al ritmo de Deadmau5.
El EDC por momentos se convierte además en una celebración total, entre música, luces, atracciones mecánicas y escenarios que, debido a la ingeniería de su diseño, no sólo son plataformas para los artistas, sino también corredores para multitudes circulantes, jóvenes dispuestos a bailar durante horas al ritmo que aparece en todas direcciones, que procuran atuendos que los distingan, demuestren su personalidad y la manera en que ven la vida.
A la entrada del Autódromo los asistentes -en su mayoría jóvenes- pasan la clásica revisión de boletos, pero ahora un requisito más, mostrar el certificado de vacunación, y se notó a muchos de ellos poco familiarizados con el tema. Unos minutos después el trámite quedaba cubierto, comenzaba entonces el desfile de quienes lucían colores en el cabello, la ropa y el maquillaje llamativo, pero no más que letreros que mostraban con memes que aluden al covid-19, el aislamiento, el festejo e incluso la nostalgia.
Igual que la música electrónica que forma el cartel del festival este año, sus adeptos son diversos. Entre las oleadas de personas, circulan como en pasarela disfraces de personajes de caricatura, flores, aliens, conejitas y dinosaurios por igual. Todos se conjuntaban por el camino que lleva al escenario principal –el kinteticField– iluminado por luces de colores que culminan frente al gigantesco búho, mueve los ojos, la cabeza, cambia de color, abre sus alas y con la música de fondo nos dice hasta el próximo año.
JV