Con un precio en conjunto de 14 mil 430 euros (324 mil 721 pesos), 74 piezas arqueológicas de origen mexicano fueron subastadas este viernes por la firma francesa Ader Nordmann, a pesar de las expresiones de rechazo y objeciones planteadas por nuestro país, así como por los gobiernos de Bolivia, Ecuador, Panamá, Guatemala y Perú.
Por conducto de sus embajadas en Francia, los gobiernos de estas naciones emitieron este mismo viernes un comunicado conjunto en el que externaron su “enérgico rechazo” a la subasta, y lanzaron un llamado público para detener ese tipo de transacciones comerciales.
Estas subastas “fomentan el pillaje, el saqueo, el tráfico ilícito y el blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada trasnacional, además de atentar contra la arqueología moderna al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos, e impedir su investigación, obstaculizando así el conocimiento sobre antiguas civilizaciones”, además de “privar a las piezas sustraídas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos de decoración de particulares; menoscaban la cooperación entre los Estados para la protección y conservación del patrimonio cultural; socavan la integridad de las culturas y, por ende, de toda la humanidad; dan pie a un mercado de falsificaciones”.
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