Se trata de una metodología antigua que fue utilizada por campesinos o agricultores para predecir el clima de los próximos meses del año.
Las personas del campo, para descifrar si iba a llover o no en algún mes, se basaban en las condiciones meteorológicas que ocurrían en los primeros 12 días de enero. Por ejemplo, el clima del 1 de enero representa el mismo mes, mientras que el 2 de enero es el pronóstico de tiempo de febrero.
Para tener mayor certeza, se realiza una cuenta regresiva en el mismo mes, por lo que el 13 de enero representa el clima de diciembre, el 14, de noviembre, el 15, de octubre y así sucesivamente hasta llegar al 24 de enero.
Así que, se esperan lluvias para el sexto mes del año (junio), pues durante el pasado 6 de enero se registraron las primeras precipitaciones del año.
Aunque este método no ha sido reconocido científicamente, los agricultores aún conservan esta técnica para conocer cuáles serán los mejores meses para cultivar.