México.- Los hay de todos tamaños, colores, temperamentos y habitan en casi toda la faz de la Tierra. Quienes conviven con un perro dicen que como el suyo no hay otro igual: cariñoso, juguetón, inteligente, protector…
Durante los meses de confinamiento debido a la pandemia de Covid 19, la adopción de perros se incrementó en muchos países, entre ellos México. Los canes fueron un apoyo emocional importante que hicieron más llevaderos los días de encierro. En muchos casos, el vínculo emocional entre mascota y humano se estrechó durante estos dos años.
Un par de años antes de la pandemia se creó Dog Aging Project (DAP, por sus siglas en inglés), que por su importancia científica dará a los amantes de los perros más razones para seguir queriéndolos.
Dog Aging Project es un consorcio de investigación estudiará a largo plazo cómo los factores genéticos, ambientales y el estilo de vida impactan en el envejecimiento de los perros. Los datos recopilados y los resultados que se obtengan contribuirán a comprender mejor este proceso.
En el artículo publicado en Nature acerca del proyecto se afirma lo siguiente: “Para comprender mejor cómo los genes y el entorno dan forma al envejecimiento en animales no humanos fuera del laboratorio, y generar conocimientos que puedan traducirse fácilmente al envejecimiento humano, hemos recurrido al perro de compañía como un poderoso modelo que comparte el entorno humano pero que envejece más rápido”. Este último factor es muy importante porque les da oportunidad a los investigadores de observar y analizar de principio a fin el ciclo de vida de los perros.
“Los perros de compañía envejecen aproximadamente entre siete y diez veces más rápido que los humanos, lo que permite realizar estudios longitudinales e intervencionistas en tan solo unos pocos años”.
Otras razones que justifican la selección del perro como modelo de estudio es que perros y humanos comparten enfermedades como cáncer, trastornos neurológicos, enfermedades autoinmunes y cardiovasculares, entre muchas otras —las cuales son atendidas por diferentes especialistas veterinarios—, así como comportamientos y variaciones en el ADN durante las diferentes las etapas de su vida.
Dog Aging Project es una iniciativa interdisciplinaria en la que participan más de 20 instituciones académicas y más de 30 mil canes de todas las razas y tamaños —aún se están aceptando voluntarios—. “Los datos y las muestras biológicas se recopilarán anualmente y estarán disponibles como recurso público”, explican los investigadores. Esto permitirá que otros científicos cuenten con datos para llevar a cabo otras líneas de investigación.
Se calcula que para finales de 2022 DAP tendrá la secuenciación completa del genoma de 10 mil perros.
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