Ecatepec de Morelos.- Históricamente el autogobierno y motines son una latente dentro de los Centros de Reclusión en México, los niños y las niñas que visitan los centros en México están expuestos a violencia física y violencia sexual, consumo de drogas, sobreestimulación sexual, así como la exposición de espacios inseguros. La exposición constante a dichas situaciones en la infancia genera trauma, que impacta directamente en el desarrollo neuronal, así como normaliza conductas antisociales, que afecta el desarrollo de su conducta en sociedad.
Es inaudito que tengamos cárceles donde niñas y niños se sumerjan en los rincones de los centros de reinserción como si fueras personas privadas de la libertad.
Dada la carencia de espacios físicos y capacitación a las autoridades correspondientes, desde Reinserta hemos tenido que atender menores abusados sexualmente al interior de los centros, violentados físicamente con lesiones graves y las autoridades se han visto carentes en poder proteger a los menores que se encuentran al interior de los centros en situaciones de riña o motines.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Personas Privadas de la Libertad ENPOL 2021, del total de hombres privados de la libertad (207,931), el 60.3% son padres de una o más hijas e hijos.
Actualmente, la realidad familiar en México exige paternidades presentes, responsables y afectivas. Por tal razón, Reinserta a través de su modelo de atención a Niñas, Niños y Adolescentes con referentes adultos privados de la libertad (NNAPES), en conjunto con la Secretaría de Seguridad, la Subsecretaría de Control Penitenciario del Estado de México, y el Taller Alonso de Garay, dignificaron este espacio para los más de 5,000 hombres privados de la libertad que reciben visitas de sus hijas e hijos en el Estado de México, todos los días.
La intención de contar con un espacio como este, responde a la necesidad de vinculación sana y significativa de las niñas y niños con sus familiares que se encuentran privados de la libertad. El área de visita de los centros de reinserción debe tomar en cuenta que las condiciones sean adecuadas para que las personas privadas de la libertad puedan convivir con sus hijas e hijos, favoreciendo el desarrollo de esta población, y como consecuencia, potencializando la sana formación de su vínculo.
Tomando como referente el concepto de “dignificación penitenciaria” de la CNDH (2018), la dignificación del espacio al interior de los centros de reinserción se refiere a la implementación de instalaciones que promuevan una vida digna y segura para toda persona privada de la libertad.
Es por ello que, desde Reinserta invitamos a participar a Alonso de Garay, maestro en en Arquitectura y Diseño Urbano en Columbia University Graduate School of Architecture Planning and Preservation (GSAPP), pues su visión empata con este proyecto al repensar y contribuir al desarrollo de un México más próspero y pacífico, convencidos que este espacio ha sido creado para facilitar nuevas y mejores paternidades.
SC/