Jorge Sánchez, reportero
Ciudad de México.- La mañana de este sábado, Omar García Harfuch, renunció a la titularidad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC CDMX).
Su renuncia se da a unas horas de que el Instituto Electoral de la Ciudad de México declare el inicio formal del proceso electoral 2023-2024 para los distintos cargos públicos que se disputarán en la capital: diputaciones, alcaldías y la Jefatura de Gobierno, está última en la que Omar García Harfuch busca participar.
De acuerdo con el artículo 19 del código de instituciones y procedimientos electorales, quienes deseen participar como aspirante a la Jefatura de Gobierno no deberán desempeñar un cargo público hasta antes del inicio del proceso electoral.
“No tener mando en instituciones militares o policiales, a menos de que se separe del cargo antes de la fecha del inicio del proceso electoral local correspondiente”, se lee en el documento.
Harfuch llegó a la SSC CDMX en octubre del 2019, en ese entonces fue nombrado titular de la institución por pare de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, sustituyo en el cargo a Jesús Orta.
García Harfuch, de 41 años de edad y originario de Cuernavaca, Morelos, es hijo de Javier García Paniagua, extitular de la Dirección Federal de Seguridad, y de María Harfuch Hidalgo, actriz y cantante conocida como María Sorté.
Desde el 1 de septiembre de 2008, en la administración del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, Harfuch ingresó como jefe de departamento de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención del Delito de la Policía Federal, bajo el mando del exsecretario de seguridad Genaro García Luna.
En ese puesto Harfuch fue ascendiendo poco a poco hasta llegar a ser coordinador estatal de la Policía Federal del estado de Guerrero, de diciembre de 2012 a agosto de 2014, momento en el que fue asignado a la División de Gendarmería para apoyar en el diseño del despliegue y puesta en marcha de dicha organización.
Un año después, de marzo de 2015 a noviembre de 2016, Harfuch asumió el cargo de titular de la División de Investigación de la Policía Federal para luego convertirse en titular de División de Investigación de la Policía Federal y titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la extinta Procuraduría General de la República (PGR).
El 11 de junio de 2019, la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció acciones de fortalecimiento en materia de seguridad tras los asesinatos de los estudiantes Norberto Ronquillo y Leonardo Avendaño, uno de ellos secuestrado en días previos.
De esta forma, tras renunciar a la dirección de la AIC, García Harfuch se convirtió en el nuevo jefe de la policía de investigación de la Ciudad de México y unos meses después fue nombrado nuevo secretario de seguridad ciudadana, debido sobre todo a que durante su paso por el organismo federal fue responsable de encabezar operativos de captura de importantes líderes criminales de La Unión Tepito, Fuerza Anti-Unión y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), entre otros.
En agosto de 2022, luego de la detención y posterior vinculación a proceso de Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República vinculado al caso Ayotzinapa, el nombre de García Harfuch salió por su presunta participación en la desaparición forzada de los 43 normalistas.
De acuerdo con los ministerios públicos federales, un testigo declaró que el 7 de octubre de 2014, diez días después de la desaparición forzada de los estudiantes, se realizó una reunión de altos mandos donde supuestamente se habría fraguado la estrategia y conclusión del caso.
En dicha reunión, realizada en Guerrero, supuestamente estuvieron Murillo Karam y Tomás Zeron de Lucio, entonces titular de la AIC y hoy prófugo de la justicia por este caso, así como García Harfuch, en su calidad de exdelegado de la Policía Federal de Guerrero, y Gualberto Ramírez Gutiérrez, entonces fiscal de la unidad especializada en investigación de delitos en materia de secuestro, hoy en el Reclusorio Norte.
De acuerdo con esta versión, en dicha reunión se construyó la llamada “verdad histórica” del caso, según la cual los jóvenes habrían sido privados de sus libertad por policías municipales coludidos con integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos, para ser asesinados y posteriormente incinerados en el basurero de Cocula.
Según la declaración de “Juan”, un testigo protegido del caso, García Harfuch recibía 200 mil dólares mensuales de Guerreros Unidos, grupo criminal que presuntamente desapareció a los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
“Quiero señalar que era parte del grupo Guerreros Unidos, pues recibía dinero de nosotros, Omar García Harfuch, esto en el año 2014; recibía 200 mil dólares por mes, ya que era el encargado de la Policía Federal en el estado de Guerrero y el dinero que se le daba era porque permitía el trasiego de la droga”, de acuerdo con la declaración del testigo protegido, a la que Grupo Reforma tuvo acceso.
En su momento, el secretario de seguridad capitalina rechazó haber participado en dicha reunión para “fraguar la verdad histórica” del caso Ayotzinapa.
“Ojalá quienes llevan las investigaciones detengan a quien hizo daño a los jóvenes en lugar de arruinar vidas y reputaciones de los que sí hacemos algo por nuestro país todos los días”, escribió en su cuenta de Twitter.
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