Ginebra.- La actual ola de contagios de COVID-19, ligada al auge de la variante ómicron, ha forzado a cancelar numerosas celebraciones públicas de fin de año en Suiza, aunque otras se mantienen con un reforzamiento de las medidas de prevención.
La ciudad de Lausana, por ejemplo, ha cancelado la tradicional iluminación de su catedral para dar la bienvenida a 2022, y Neuchatel también ha anulado la gran fiesta que suele acoger su pista de patinaje sobre hielo.
Sin embargo, sí se mantienen otros actos de despedida de 2021 como el espectáculo de luz y sonido “Borealis” en Ginebra, o la “discoteca silenciosa” en la que los asistentes bailarán con música de sus auriculares en la plaza principal de Lausana.
En las celebraciones no canceladas, se aplicará la “regla 2G”, vigente en Suiza desde el 20 de diciembre y según la cual los no vacunados (salvo aquellos que hayan pasado la COVID-19) no pueden acceder a establecimientos culturales e instalaciones deportivas y de ocio.
JV