Esthela García / corresponsal
Sinaloa.- Tigres, chimpancés, lobos mexicanos y decenas de especies más enfrentan una crisis sin precedentes en el Zoológico de Culiacán. La combinación entre violencia, desinterés institucional y un manejo deficiente ha puesto en peligro la vida de cientos de ejemplares de fauna silvestre.
Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) señaló que durante más de una década, este zoológico fue un referente nacional en conservación, educación ambiental y rescate de animales, pero hoy vive su momento más oscuro.
La llegada de José María Casanova como nuevo director marcó un antes y un después. Bajo su administración, se cancelaron todos los programas de conservación, se rompieron alianzas estratégicas con asociaciones como la AZCARM y Ostok Sanctuary, y se dejó de lado el bienestar de los animales.
“Es el destino de muchos zoológicos municipales cuando llegan personas sin conocimientos, que solo buscan usar estas instituciones como trampolines políticos”, señaló.


La situación, de por sí crítica, se agrava aún más por la inseguridad que impera en la capital sinaloense. La baja afluencia de visitantes ha reducido drásticamente los ingresos del recinto, afectando la manutención de los animales y la operación diaria.
“La gente cree que con 50 pesos de entrada se mantiene todo un zoológico, pero eso es imposible. Antes se sostenía gracias a convenios con universidades, empresas y asociaciones. Todo eso se perdió”, explicó.
Particularmente dolorosa es la ruptura del convenio con Ostok Sanctuary, que permitía convertir al zoológico en un centro de rehabilitación temporal para animales rescatados. A pesar de que los espacios eran reducidos, se hacía un trabajo digno, con infraestructura adecuada y atención veterinaria especializada.


“Estamos hablando de especies sumamente delicadas, como el lobo mexicano, tigres, papiones, antílopes… No son mascotas, requieren cuidados que solo especialistas pueden ofrecer”, subrayó.
Denunció que actualmente en el zoológico, se puede ver a los animales desnutridos, sedientos, en condiciones insalubres y sin atención médica.
“Hemos recibido imágenes escalofriantes de visitantes y empleados preocupados. Animales viviendo en su propio excremento, sin agua, sin veterinarios. Y el director ni se inmuta, encerrado en su oficina con aire acondicionado”, denunció.
AZCARM está solicitando que los animales que no pertenecen formalmente al zoológico sean entregados, con el objetivo de brindarles atención adecuada en espacios especializados.
JJ