México.- De cara a la 23 Asamblea Nacional que culminarán el próximo sábado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se definió como demócrata social, fincado en sus muchas décadas de lucha, y pintó su ralla o se desmarcó de las corrientes ideológicas asentadas en el neoliberalismo, ese liberalismo economicista creador de oligopolios y desigualdad social, que con sus dañinos excesos demostró su fracaso.
Al mismo tiempo, en esta definición ideológica el PRI también se aleja del populismo gobernante qué logró llegar al poder ante las debilidades que padecen las democracias incompletas que, encerradas en su circuito electoral, se olvidaron de cumplir en el ejercicio del poder.
En los pre-dictámenes de las 4 mesas temáticas que serán puestos a votación en la plenaria del sábado próximo, el PRI se pronuncia por mantener la política de alianzas para frenar el populismo que ha creado una narrativa falaz, capaz de tomar por asalto la esperanza quebrantada de la gente, para engañarla y buscar convertir a ciudadanos libres en clientelas, mediante la promesa incumplida de solucionar sus demandas.
Una corriente autoritaria que usa las reglas de la democracia, para subirse temporalmente al poder y desde ahí comenzar a desmontar y a destruir a todos los fundamentos de la todavía inacabada democracia.
FF