Mara Rivera, reportera
México.- En México, recientes protestas han resaltado la tragedia de la violencia, especialmente tras el asesinato de un hombre y sus dos hijos en Culiacán.
En su editorial Desde la Fe, la arquidiócesis de México señala que este suceso refleja la deshumanización de la delincuencia y cómo la violencia ha dejado de sorprendernos, normalizándose incluso en el caso de los niños.
Por ello, hace un llamado a proteger a los niños, quienes son el futuro de la humanidad, exigiendo a las autoridades crear entornos seguros para su desarrollo y bienestar.
“¡Con los niños no!” es la consigna que ha resonado durante los actos de protesta realizados en México durante los últimos días a raíz de un suceso criminal ocurrido en Culiacán que da cuenta del nivel de deshumanización de la delincuencia. El pasado domingo 19 de enero en esa ciudad fueron asesinados a tiros un hombre de 41 años y sus dos hijos de 9 y 12 años de edad mientras viajaban a bordo de un vehículo. ¿Cómo fue que llegamos a un punto en el que nos hemos llenado de noticias de asesinatos y violencia?”
La iglesia, insta a quienes están involucrados en actividades criminales a reconsiderar sus decisiones, reconociendo el daño que causan, especialmente a los más vulnerables.
“En un principio nos sorprendían los hechos después cuando se acumularon tantos nos sorprendieron las cifras ahora vamos en cambio a perder la sorpresa de que incluso son niños las víctimas de la inseguridad. (…) hacemos un llamado a las autoridades para garantizarles entornos seguros espacios para jugar aprender convivir y en los que no estén en peligro de ser reclutados por la delincuencia organizada o morir a manos de criminales”.
La jerarquía católica advierte que los niños son la riqueza de la humanidad un alegre tesoro que han de cuestionar y merecen gozar de las condiciones necesarias para vivir en alegría requieren ambientes adecuados que les permitan alimentar la esperanza hoy también mutilada por la violencia y los actos criminales.
También advierte que los niños son el presente y el futuro de la humanidad el alegre porvenir que todos los actores sociales estamos obligados a cuidar y proteger con nuestros valiosos tesoros son las semillas en las que confiamos en el florecer de nuestro futuro y por tanto hacemos un llamado a las autoridades para garantizarles entornos seguros espacios para jugar aprender convivir y en los que no estén en peligro de ser reclutados por la delincuencia organizada o morir a manos de criminales.
Por todo lo anterior la iglesia católica pide la ayuda de la Virgen de Guadalupe para cuidar y guiar a los niños en un camino de vida seguro.
“Llamamos a la conversión a todos aquellos que seducidos por los placeres que genera la actividad criminal han tomado la ruta equivocada del pecado sin reparar el daño y el sufrimiento que causan sus acciones especialmente a los niños que santa María Guadalupe nuestra dulce madre nos ayude en el cuidado de nuestros niños”.
FF