Esthela García, corresponsal
Sinaloa.- En el corazón de Sinaloa, el Pueblo Mágico de Cosalá vivió una de sus tradiciones más emblemáticas: la Fiesta de las Velas. Este evento, con más de 300 años de historia, transforma las calles del pueblo en un espectáculo de luces y fervor religioso en honor a la Virgen de Guadalupe.
La celebración tuvo lugar la víspera del Día de la Virgen de Guadalupe, cuando cientos de velas iluminan plazas, casas y callejones. Este resplandor marca el inicio de una experiencia única en Latinoamérica, donde la devoción y las tradiciones se entrelazan para cautivar tanto a locales como a visitantes.
La procesión, uno de los momentos más esperados, comienza en la Capilla de Guadalupe. Fieles con velas en mano recorren las calles al ritmo de música tradicional, mientras danzantes ejecutan coreografías como el baile de los mineros y la danza de los bramadores del jaguar. Cada paso de la peregrinación resuena con la magia de una cultura viva que une a generaciones enteras.












Al finalizar la caminata, el ambiente festivo se traslada a los alrededores de la capilla, donde las familias disfrutan de música, risas y platillos típicos de la región. Tamales, empanadas y dulces de leche hacen de esta reunión una experiencia que celebra no solo la fe, sino también la gastronomía y la identidad cultural de Cosalá.
Reconocida como Patrimonio Cultural, la Fiesta de las Velas es mucho más que una celebración religiosa; es un tesoro cultural que ha atraído a visitantes de todo México y del extranjero. Este evento es una oportunidad para vivir de cerca las costumbres que han dado forma a la esencia de este Pueblo Mágico.
Cosalá, orgulloso de ser el primer Pueblo Mágico de Sinaloa, invita a todo aquel que desee formar parte de esta celebración. Más que un evento anual, la Fiesta de las Velas es un ritual que detiene la cotidianidad para crear una experiencia inolvidable, llena de luz, fe y unión comunitaria.
SC/LP