Graciela Machuca Martínez, corresponsal
Quintana Roo.- Organizaciones ambientalistas y comunidades mayas de Quintana Roo, Campeche y Yucatán, desde hace años han venido denunciando a la comunidad menonita de destruir amplias zonas de selva, sin los permisos respectivos, pero fueron ignorados por autoridades ambientales.
Algunas familias menonitas llegaron a Bacalar en 1997, compraron una hectárea de tierra, para después extender por toda la Península de Yucatán, donde ahora son dueños de amplias extensiones, recordó el exgobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid.
El entonces gobernador de Campeche, Fernando Ortega Bernés, a partir del 2009 apoyó en Hopelchen a los menonitas con programas agropecuarios, con el argumento que eran los únicos que producían en el campo.
Hasta el momento, existen reportes oficiales de la Profepa que esta comunidad ha destruido unas dos mil 600 hectáreas en los tres estados de la Península de Yucatán, sin embargo, ejidatarios y activistas consideran que el número de hectáreas dañadas es mayor.
Se informó que recientemente la Profepa inspeccionó en Quintana Roo al ejido de Piedras Negras, ubicado en el municipio de José María Morelos, donde se detectó el cambio de uso de suelo en 10.68 hectáreas de terreno forestal con vegetación nativa de selva.
En este lugar se removieron en total y sin autorización 1,057.33 metros cúbicos de especies nativas de selva, entre las que se encuentran varias en peligro de extinción.
En Othón P. Blanco, en el ejido Juan Sarabia, se detectó el cambio de uso de suelo sin autorización en una superficie de 437.517 hectáreas.
Entre las especies desmontadas en esta zona se encuentran jobillo, la palma de guano kum, la palma chit y la palma zamia, también en peligro de extinción.
En Quintana Roo se clausuraron 3 predios, con una extensión total de mil 300.5 hectáreas, desmontadas ilegalmente por la comunidad menonita.
La regidora del Ayuntamiento de Bacalar, Oneyda Cuxin Irigoyen, hizo un llamado a las autoridades ejidales a que ya no le vendan tierras a integrantes de la comunidad menonita porque no acatan los lineamientos de desmonte, por lo que por años han ido deforestando la región.
Por su parte, Juan Manuel Herrera, presidente del Ejido Aaron Merino, tiene siete años levantando la voz sobre este tema y esto es parte de lo que nos dijo:
Inserta audio.
Desde el año 2023, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable solicitó la intervención de autoridades ambientales para detener la deforestación en Bacalar, donde unas 60 mil hectáreas se habían dañado, la mayoría, por las personas de la referida comunidad.
El mismo organismo civil considera que a este tipo de deforestación se suman las seis mil hectáreas de selva que se deforestaron para construir el Tren Maya, solo en Quintana Roo.
En Campeche
José Colorado / corresponsal
Comisarios ejidales del municipio de Hopelchén insisten que los problemas de deforestación son graves en la zona, y exigen a la autoridad ambiental que realicen más inspecciones porque se están quedando sin predios para realizar una de las actividades económicas principales, la apicultura.
Detallan que los menonitas han llegado a comprar predios pero al no haber inspección ambiental, utilizan maquinaria para desmontar y abusan de pesticidas para preparar las tierras en la siembra de granos como el sorgo.
Los comisarios reclaman que ya solo les quedan terrenos altos, que no son aptos para la apicultura por el acceso, ya que las planicies fueron deforestadas y acusan que los menonitas llegaron a Campeche a hacerse de dinero, y no les importa el medio ambiente, escuchemos lo que señalan los comisarios.
Aunque las autoridades ambientales y militares anunciaron la clausura de un predio que se encontraba en etapa de mecanización por el delito de desmonte ilegal y que carecen de la autorización de cambio de uso de suelo emitida por la Semarnat, los comisarios afirman que es mínimo lo que dieron a conocer.
Ellos exigen que se aplique la ley porque durante años han conservado las tierras aptas para la apicultura pero hoy, está en riesgo la actividad.
jj