Ginebra.- El mundo registró la semana pasada una caída del 23% en el número de muertes por COVID-19 (32,959), lo que supone la cifra más baja desde finales de marzo de 2020, pese a que los contagios globales volvieron a aumentar, según indicó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde hace dos años, poco después de que la OMS declarara que la COVID se había convertido en una pandemia, sólo en otra ocasión (la tercera semana de mayo de 2020) se había estado por debajo de los 33,000 casos globales, con cifras de contagios entonces casi idénticas a las del último informe epidemiológico semanal de la OMS.
En contraste con la bajada en los casos graves y las muertes, los contagios globales por COVID subieron por segunda semana consecutiva y llegaron a 12.3 millones, un 7% más que en los siete días anteriores.
El ascenso en los casos confirmados está ligado a la ola de contagios ligados a la variante ómicron en Asia Oriental y el Pacífico, donde los positivos aumentaron un 21% la semana pasada y superaron los seis millones, mientras que en Europa se registraron 5.2 millones de casos, casi la misma cifra de la semana anterior. En el resto de regiones sumadas se superó apenas el millón de casos, con descensos del 17% en los contagios registrados en América, del 23% en el sur de Asia, del 41% en Oriente Medio y del 33% en África.
Desde el principio de la pandemia se han contabilizado al menos 470 millones de casos de covid, con más de seis millones de muertes.
Un 99.8% de los casos analizados en laboratorio pertenecen ya a la variante ómicron, que desde su aparición en noviembre de 2021 fue rápidamente imponiéndose a la delta por su mayor capacidad de contagio (en torno a un 70% más de transmisibilidad). OMS también señaló en su informe que de las subvariantes de ómicron la BA.2 ya se ha convertido en la predominante, pues se ha detectado en casi un 86% de los casos analizados en laboratorio.
FF