Ciudad de México.- Al menos cinco de cada 10 mexicanos padecen hígado graso, una enfermedad silenciosa provocada por la acumulación de grasa en ese órgano, por lo que su detección es trascendental para evitar complicaciones como cirrosis y cáncer, según advirtieron este miércoles especialistas.
“Tener hígado graso puede derivar en que al final la grasa progrese a más inflamación y el paciente desarrolle cirrosis o cáncer de hígado”, dijo en conferencia de prensa Fátima Higuera, especialista en gastroenterología y hepatología.
Con motivo del Día Mundial de Esteatosis Hepática, también conocido como hígado graso, que se conmemora el 9 de junio, expertos debatieron sobre los principales retos que representa esta enfermedad para México. Explicaron que la población mexicana es una de las que mayores riesgos tienen de padecer esta enfermedad, pues está relacionada con la diabetes, la hipertensión y la obesidad.
“Además debemos destacar que se trata de una enfermedad silenciosa porque no presenta síntomas en sus etapas iniciales”, alertó Higuera.
Graciela Castro, vicepresidenta de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH), señaló que una de las preocupaciones de los especialistas es que, al ser una enfermedad silenciosa, las personas pueden vivir con el padecimiento sin saberlo y con ello se corre el riesgo de que se agrave la condición.
“Dentro de la población general hay grupos con más factores de riesgo, específicamente quienes padecen síndrome metabólico y con el desarrollo de hígado graso pueden agravarse enfermedades preexistentes o presentar cirrosis y cáncer de hígado a largo plazo”, enfatizó.
Castro destacó que entre los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad están las dislipidemias (colesterol y triglicéridos altos), obesidad, diabetes y la hipertensión arterial. Refirió que el hígado graso puede provocar fibrosis en el órgano y ello lleva a desarrollar cirrosis, además de desarrollar alteraciones cardíacas.
FF