Sandra Soraya Castro / corresponsal
Apatzingán-. Por lo menos 200 familias de las comunidades de Llano Grande, El Alazan, Las Bateas y Tepetate han dejado sus hogares y se han refugiado en la parroquia de El Rosario en la cabecera municipal de Apatzingán en un intento de huir de la violencia.
Fue el párroco, Jorge Armando Vázquez quien dio a conocer que suman al menos 800 las personas que no cuentan con un albergue y han tenido que buscar el apoyo de la iglesia para que les proporcionen refugio y comida. De esas 200 familias, precisa el padre, dos tercios son niños y adolescentes.
El desplazamiento forzado interno lo atribuye a la presencia del crimen organizado en estas rancherías, por lo que las primeras expulsiones se registraron entre diciembre de 2020 y octubre de 2021. En un diagnóstico realizado con quienes se refugian en la propia parroquia del Rosario, se determinó que la población más afectada es Las Bateas, pues de los 681 habitantes ya solo quedan cinco familias.
Añade que al menos 12 familias desplazadas se encuentran en situación de alto riesgo y advierte que esta emergencia podría convertirse en una crisis humanitaria si no se recibe la atención por parte de las autoridades.
JJ