Antonio López de Santa Anna nació en Xalapa, Veracruz, el 21 de febrero de 1795. Su familia, criolla, ocupaba una buena posición social y económica, sin embargo, desde muy joven él se interesó por las armas alistándose en el Ejercito Realista para combatir a los insurgentes hasta que decidió adherirse al Plan de Iguala.
Históricamente se le han considerado una gran cantidad de atropellos y traición a la patria, aunque para muchos se trató de una persona carismática que influyó de buena manera casi por 50 años en la vida de México. Fue una gran combatiente en diversas guerras y se significó en sus inicios por la creación del Imperio de Iturbide. Ocupó la silla presidencial en seis ocasiones: en 1833, de 1834 a 1835, en 1839, de 1841 a 1842, en 1844 y en 1847.
Es a López de Santa Anna al que se le atribuye el haber vendió la mitad del territorio mexicano a Estados Unidos luego del tratado de Guadalupe-Hidalgo, sin embargo, el presidente en aquel momento era Manuel de la Peña y Peña. En ese tratado firmado en el 2 de febrero de 1848, se marca el fin de la guerra entre México y Estados Unidos además de ceder el 55% del territorio, del que México recibió un pago de 15,000,000 millones de pesos.
Tras el reclamo generalizado, Antonio López de Santa Anna, dijo: “¿Vender yo la mitad de México?, ¡Por Dios! cuando aprenderán los mexicanitos que si este barco se hundió no fue solo por los errores del timonel, sino por la desidia y la torpeza de los remeros”.