La Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNUCEF) han emitido nuevos datos sobre la situación mundial del VIH con motivo del Día Mundial del SIDA, que se celebra este jueves. Ambas entidades han advertido que las desigualdades están “obstaculizando” el fin de esta enfermedad, sobre todo en niños, mujeres y embarazadas.
Según el análisis elaborado por ONUSIDA, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida, en el África subsahariana, las adolescentes y las mujeres jóvenes (de entre 15 y 24 años) tienen tres veces más probabilidades de contraer el VIH que los adolescentes y los jóvenes del mismo grupo de edad.
No obstante, permitir que las niñas permanezcan en la escuela hasta que completen la educación secundaria reduce su vulnerabilidad a la infección por el VIH hasta en un 50%.
Además, cuando esto se refuerza con un paquete de apoyo a la capacitación, “los riesgos para las niñas se reducen aún más”.
La última instantánea mundial de Unicef sobre la infancia y el VIH/sida muestra también que la respuesta a esta enfermedad se está viendo frenada por las desigualdades en el acceso al tratamiento entre adultos y niños.
Mientras más de tres cuartas partes de los adultos que viven con el VIH siguen un tratamiento antirretroviral, solo lo hacen algo más de la mitad de los menores. Y esto ha tenido consecuencias mortales: los niños concentraron el 17% de todas las muertes en 2021.
De acuerdo con ONUSIDA, los efectos de las desigualdades de género en el riesgo de VIH de las mujeres son especialmente pronunciados en el África subsahariana, donde las mujeres representaron el 63% de las nuevas infecciones en 2021.
Asimismo, en áreas con una elevada carga del VIH, las mujeres sometidas a violencia dentro de la pareja se enfrentan a un 50% más de posibilidades de contraer el VIH.
En 33 países entre 2015 y 2021, solo el 41% de las mujeres casadas de entre 15 y 24 años podían tomar sus propias decisiones sobre salud sexual.
El informe de la ONU presenta a los líderes mundiales como protagonistas para acabar con las desigualdades y les pide que sean valientes para llevar a cabo “lo que las propias pruebas nos están pidiendo”. Así, solicita que los Gobiernos garanticen que todas las niñas puedan asistir a la escuela y que estén a salvo de la violencia, a menudo normalizada incluso a través de matrimonios con menores.
GF/