AFP.- Rusia lanzó este viernes 11 de agosto su primera misión robótica a la Luna en casi 50 años con el objetivo de dar un nuevo impulso a su programa espacial que acumuló dificultades en los pasados años y que está aislado por el conflicto en Ucrania.
El lanzamiento del módulo Luna-25 es la primera misión rusa a la Luna desde 1976, una era en la que la extinta Unión Soviética estaba en la vanguardia de la conquista del espacio.
Sin embargo, desde la caída de la URSS, Moscú se enfrenta a una serie de dificultades como la falta de financiamiento y los escándalos de corrupción.
El cohete Soyuz que transporta esta sonda de casi 800 kilos despegó desde la base espacial de Vostochni, en el extremo oriente del país, a las 02:10 horas, tiempo de Moscú.
Está previsto que el aparato llegue en cinco días a la órbita lunar, donde estará entre tres y siete días para escoger un buen lugar para el alunizaje en la zona del Polo Sur del satélite.
La agencia espacial rusa prevé una misión de un año con el objetivo de recoger muestras y analizar el suelo para llevar a cabo “investigaciones científicas a largo plazo”.
Este lanzamiento se produce en un contexto de aislamiento del programa ruso, ya que Roscosmos está vetado por las potencias occidentales.
En sintonía con su estrategia diplomática, Rusia busca desarrollar la cooperación espacial con China.
El director de Roscosmos, Yuri Borisov, reconoció en junio que la misión es “arriesgada”. “En el mundo, la posibilidad de éxito de ese tipo de misiones se calcula en 70 por ciento”.
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