Roma, 18 abr (EFE).- Los goles de Gianluca Mancini y del argentino Paulo Dybala, héroes habituales del Roma, certificaron la clasificación de la ‘Loba’ de Daniele De Rossi a las semifinales de la Liga Europa de fútbol tras un partido caótico en el que jugó con uno menos durante una hora, pero en el que apenas dio oportunidad a un Milan (2-1; 3-1 global) herido.
La temporada del Milan llegó a su fin en el Olímpico de Roma, tras una actuación impotente de un equipo que no consiguió hacer apenas daño a su rival, que jugó con 10 desde el minuto 30. Todo lo contrario que la del Roma, que vivió un día feliz por partida doble porque, además de la victoria, recibió la noticia de la renovación de De Rossi.
Al Milan, ya con el segundo puesto casi asegurado en Serie A, lo único que le queda es el decisivo duelo del lunes ante el Inter, en el que intentará evitar que sus vecinos se proclamen campeones del ‘Scudetto’. Un partido que podría ahondar, más todavía, en la herida abierta de los ‘rossoneri’, y en concreto en la de Pioli, en la cuerda floja.
La primera parte dio para una película. Unos 45 primeros minutos -más 7 de añadido- rocambolescos en los que pasó de todo. Goles, palos, largueros, expulsiones, revisiones de VAR y lesionados. Algo más era imposible.
Un primer acto de idas y venidas, de montaña rusa, en el que el Roma pasó de tenerlo todo a ser un mar de dudas. Y en la que el Milan pasó de tocar fondo a recuperar una mínima esperanza. Porque con 2-0 en el minuto 22, el duelo y la eliminatoria (3-0 global en ese momento) parecían sentenciadas. Sin embargo, la expulsión de Celik a falta de una hora, la lesión de Lukaku y la sustitución de Dybala para recomponer el equipo mermaron sobremanera a los locales, que empezaron a achicar agua como pudieron.
Pero antes de ponerse a sufrir, el Roma y De Rossi volvieron a neutralizar al Milan. Primero con una expedición habitual de Mancini, que se quedó descolgado en el área y cazó el rechace del disparo al palo de Pellegrini para abrir el marcador en el que es su mejor momento. Decidió el derbi ante el Lazio, el duelo de ida ante el Milan y empezó decantando la vuelta para allanar el pase a semis.
No se amilanó el Milan, que consiguió responder con un disparo al larguero, salvador del Roma. Parecía que podía despertar el Milan, pero llegó la que también parecía la sentencia. Un golazo de Dybala, que aprovechó el mal despeje de Gabbia, ya superado por Lukaku en la carga, para poner un zurdazo imposible para Maignan. La ‘Loba’ estaba en semifinales.