México.- América Latina y el Caribe, enfrentan al igual que muchas partes del mundo, una serie de eventos acumulados que generaron shocks potentes, reveló el informe especial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, que analizó las repercusiones en la región, por la Guerra en Ucrania, que se suma a los factores negativos que ya existían por la interrupción de las cadenas de suministro, las del aumento en los costos del transporte y otras que desencadenan una subida de precios y la alta inflación. Rolando Campo, Director de estadística del organismo, afirmó que la brechas para las mujeres en desempleo e ingresos, se han incrementado y previó que la pobreza aumentará en cerca de 8 millones de personas lo que se resentirá en la región.
“Sobre las estimaciones que hemos hecho para los incrementos de pobreza y pobreza extrema, para este año: nosotros estamos esperando y lo voy a decir en términos regionales, incrementos de la pobreza de manera sustantiva y fuerte en Colombia, México, Paraguay y Brasil… en términos de México nos lanza un incremento de 1.3 puntos porcentuales lo cual nos llevaría de incrementos de pobreza de 1 millón 600 mil personas que pasarían a pobreza y en el escenario extremo a casi 2.5 millones de personas que estarían en pobreza, con datos similares en lo que nos estaría presentando con la parte de pobreza y pobreza extrema”.
Daniel Titelman, Director de desarrollo económico de la CEPAL, reiteró que tras el crecimiento observado en la mayoría de los países de la región, la perspectiva es de un sesgo a la baja.
“Después del fuerte crecimiento que destacó el año pasado, en 2021, hay una desaceleración muy fuerte en toda la región y en este año, nosotros estamos estimando un crecimiento de 1.5, pensamos que para el próximo año, la trayectoria es un sesgo a la baja, por la dinámica de crecimiento, o sea que la región va a entrar en una fase de bajo crecimiento que ya traía antes de la pandemia y ahí hay un gran desafío, por el lado de la inflación ya hay como una tendencia a que la inflación empiece lentamente a una trayectoria más descendente”.
Se señaló que ante todas estas expectativas es necesario que cada país adopte políticas macroeconómicas productivas, que la política fiscal coadyuve al desarrollo, ampliar el espacio fiscal para fortalecer los ingresos así como plantear impuestos a la renta extraordinaria de los recursos naturales, además sostiene el bienestar de los más pobres, evitar restricciones al comercio de alimentos y fertilizantes, así como mantener o aumentar los subsidios para alimentos, además de reducir o eliminar los aranceles.
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