EFE
Leópolis (Ucrania).- Dos años después del bombardeo ruso del Teatro Dramático de Mariúpol, que albergaba hasta un millar de ciudadanos de la sitiada urbe, se desconoce aún el número de víctimas y Rusia ha eliminado las pruebas de la matanza, pero los supervivientes mantienen viva su lucha en busca de justicia.
Cientos de desplazados de Mariúpol, en la región oriental de Donetsk, se reunieron este sábado cerca de teatros en ciudades ucranianas para conmemorar a las víctimas del bombardeo, que se volvió emblemático de la destrucción indiscriminada de la localidad durante el asedio ruso en los primeros meses de la invasión a gran escala.
“¡Nunca olvidaremos y nunca perdonaremos!”, afirmó Valentina Boiko, coorganizadora de la reunión en Leópolis, en el oeste de Ucrania.
“El mundo debe recordar todo lo que Rusia ha hecho a Ucrania y los ucranianos, y cada asesino ruso debe rendir cuentas por lo que ha hecho. Nos aseguraremos de que así sea”, prometió el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en su canal de Telegram.
Dos bombas aéreas de 500 kilogramos fueron lanzadas sobre el teatro, provocando su colapso parcial, en la mañana del 16 de marzo de 2022, a pesar de la inscripción “NIÑOS” en ruso pintada en letras grandes frente al teatro para que sea visible para los pilotos rusos.
El teatro sirvió exclusivamente de refugio para civiles que habían perdido sus hogares debido al bombardeo masivo de la ciudad, que las tropas rusas finalmente ocuparon en mayo de 2022, según múltiples testimonios recopilados desde entonces, entre otros por Human Rights Watch (HWR) y la ONG “Truth Hounds”, con sede en Kiev.
No había tropas ucranianas dentro o cerca del edificio en el momento del ataque.
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