Agencia EFE
Ciudad del Vaticano.- La primera votación del cónclave que comenzó se saldó con una fumata negra, lo que significa que no hay mayoría de dos tercios entre los cardenales para elegir al sucesor de Francisco.
El humo negro comenzó a salir de la chimenea sobre la Capilla Sixtina a las 21:00 horas, algo más de tres horas después de que empezara formalmente el cónclave.
La de esta tarde ha sido la primera votación para designar al sucesor de Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.
Este jueves los 133 cardenales menores de ochenta años volverán a reunirse desde las 9.00 horas para nuevas votaciones.
Está previsto que tengan lugar dos votaciones por la mañana y otras dos por la tarde y, si en las primeras de cada turno no hay acuerdo sobre un nombre, solo habrá dos fumatas, previsiblemente no antes de las 12.00 y las 19.00 horas locales.
Si hubiera una fumata antes de esas horas sería indicativo de que los cardenales han otorgado la mayoría de dos tercios a uno de ellos, que está fijada en 89 votos.
‘Extra omnes’: Así inició el cónclave
Los 133 cardenales que deberán elegir al sucesor del papa Francisco se han encerrado en la Capilla Sixtina para empezar el cónclave, después de que el maestro ceremoniero cerrara oficialmente sus puertas.
El maestro de Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, pronunció la fórmula en latín “Extra omnes” (fuera todos), para pedir a todo aquel ajeno al cónclave que abandonara la capilla.
Los portones de madera de la Capilla Sixtina, custodiados por dos guardias suizos con alabardas, fueron cerrados por Ravelli a las 17:46 horas.
En su interior quedaron los purpurados electores con el predicador capuchino Raniero Cantalamessa, que será el encargado de pronunciar una meditación antes de salir de la capilla y dejarles solos.
A partir de ese momento los 133 cardenales llamados a votar por tener menos de 80 años quedaron encerrados para elegir al nuevo pontífice, 17 días después de la muerte de Francisco el pasado 21 de abril.
¿Cuántos votos debe tener el nuevo Papa?
Se prevé que ya esta tarde lleven a cabo la primera votación y, como indica la tradición, los purpurados anunciarán el resultado con el color del humo de sus papeletas quemadas (y usando químicos) a través de una chimenea instalada en el tejado de la Sixtina: blanco es que habrá acuerdo; negro, que el cónclave continuará.
El nuevo pontífice deberá reunir al menos 89 votos, dos tercios de los 133 electores totales.
En caso de que esta tarde no haya acuerdo, ‘fumata’ blanca, las votaciones proseguirán desde mañana y los dos días siguientes, dos por la mañana y otras dos por la tarde, hasta designar un nombre.
Los purpurados saldrán de la Capilla Sixtina para cenar y dormir, pero siempre dentro del territorio vaticano, menos de medio kilómetro cuadrado en el centro de Roma, pues tienen prohibido abandonarlo o comunicarse con el exterior so pena de excomunión.
FF