Kigali.- Aunque los últimos años han visto algunos progresos en la lucha contra las leyes y las normas sociales que impiden a las mujeres desarrollarse y gozar de sus derechos, un 40 % de mujeres y niñas viven aún en países donde esa discriminación es alta o muy alta, dijo hoy el Centro de Desarrollo de la OCDE.
“El progreso y los desafíos no son homogéneos. Mientras muchos países han implementado reformas legales para proteger los derechos de las mujeres y garantizarles igualdad de oportunidades, el cambio en la normas sociales muestra un balance desigual”, señala la nueva edición del Índice de Instituciones Sociales e Igualdad de Género (SIGI, en inglés), elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“Prácticas como el matrimonio infantil de las niñas, la desigualdad en los trabajos domésticos y de cuidados no remunerados y la violencia por parte de la pareja han mejorado, pero a un ritmo muy limitado”, según el estudio, presentado este martes en Ruanda, en el marco de la Conferencia Women Deliver 2023 (WD2023), que se celebra hasta el próximo jueves.
El SIGI, elaborado este año con información sobre 179 países, señala que, si bien el sur global está reduciendo la brecha con los países desarrollados -un 45 % de los que tienen bajos niveles de discriminación no pertenecen a la OCDE-, África y Asia se siguen viendo más afectados por este problema.
Aunque los datos muestran avances culturales positivos, como la reducción de un 12 % entre 2014 y 2021 del número de personas que creen que es aceptable que un hombre pegue a su mujer, la OCDE también observó tendencias preocupantes, como el aumento de un 4 % en ese mismo periodo de los que consideran que un hombre debería tener más derecho a un trabajo que una mujer cuando los empleos escasean.
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