La Paz.- Una guardería para crías de las petas de río, las tortugas que viven en la Amazonía boliviana, y una campaña para apadrinarlas son parte de una iniciativa de los guardaparques locales para conservar a estos animales, considerados vulnerables por la creciente demanda y el comercio ilegal de sus huevos y carne.
Las petas, tortugas de la especie Podocnemis unifilis, son las beneficiarias del Proyecto Quelonios que impulsan los guardaparques de la Reserva de la Biósfera Estación Biológica del Beni, un área protegida de unas 135.000 hectáreas en la región homónima en el noreste amazónico boliviano.
Esta iniciativa busca recaudar fondos para “repoblar y conservar la especie de la peta de río”, explicó a Efe Marcos Uzquiano, jefe de Protección de la Reserva de la Biósfera Estación Biológica del Beni.
Con un aporte de 10 bolivianos, equivalentes a 1,43 dólares, en una cuenta del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), una persona puede convertirse en padrino o madrina de una tortuga de río, explicó Uzquiano.
JV