Fuente: Ernesto Gloria, reportero
México.- Ansiedad y Depresión, son dos de los síntomas más comunes, reportados en niñas, niños y adolescentes de nuestro país, según recopiló el Estudio “APRENDER A ESTAR BIEN-ESTAR BIEN PARA APRENDER”, elaborado por la organización Mexicanos Primero, en el que se consideran muchos aspectos del regreso a clases, pero principalmente los relacionados con las emociones de este sector de la población y la relación de éstos con los aprendizajes fundamentales y especialmente con dos: la lectura y matemáticas.
Para el estudio se tomaron en cuenta los perfiles de los menores con más riesgos de sufrir trastornos socioemocionales y los efectos de éstos en los aprendizajes, mismos que le generan a los niños dificultad para recordar o concentrarse y van de los rangos desde moderada hasta aguda, a ello se suman factores externos como la falta de conexión a internet y hasta las peleas en el hogar que distraían la atención de los menores. Antonio Villalpando, investigador de Mexicanos Primero, se refirió a los principales trastornos encontrados en este trabajo.
“La inefectividad externa, que es la sensación de fracaso inminente por factores exteriores. Aquí vemos que poco más de 4% de las niños, niñas y adolescentes de la muestra, piensa que “nunca le saldrán bien las cosas”…Esto equivale, aproximadamente, a cerca de medio millón de niños, niñas y adolescentes…La percepción de soledad, que es un componente de una dimensión llamada anhedonia, que es la “incapacidad para disfrutar la vida”. Es alarmante que 12% de niños, niñas y adolescentes, de la muestra dice que no tiene amigos…La preocupación, un componente que conecta la depresión con la ansiedad. Alrededor del 27% de los niños, niñas y adolescentes, de la muestra declara que las cosas le preocupan siempre o muchas veces”.
Afirmó que, tras los hallazgos, la hipótesis es que: las emociones son correas de transmisión entre la escuela y el aprendizaje y hay dos emociones especialmente relevantes en esta relación: la tristeza y la autoimagen. Además, el regresar a las escuelas, no mejoró los niveles de lectura de todas y todos los alumnos, sino sólo de aquellas y aquellos para los que regresar a la escuela significó mejorar la percepción de su imagen.
Afirmó que la tristeza está relacionada con un desempeño ineficiente en lectura y matemáticas. Señalaron que la mejor prevención social es la atención a estas problemáticas desde las escuelas y es que se recordó que estimaciones apuntan a que 3.3 millones de menores, viven agresión psicológica, castigos físicos severos y bullying, a lo que se suma un inadecuado gasto en el bienestar escolar, ya que no se han destinado recursos para la prevención de embarazos, ni contra la violencia, desde el 2011, el presupuesto se comenzó a reducir significativamente en esa época se invirtieron más de mil 600 millones y en 2020, apenas 200 mil millones. Estos recursos recomendaron se deben orientar en expandir los servicios de atención para el bienestar familiar desde las localidades y formular estrategias de bienestar escolar.
La muestra fue de más de 2 mil estudiantes del sur del país, a quienes se les visitó durante la pandemia y luego se les buscó nuevamente para ver sus avances o retrocesos.
FF