Una buena noche de sueño ayuda a los niños a crecer, a formar recuerdos y a aprender, además de mantenerse alerta y concentrado en la escuela y en el juego.
De acuerdo con la Universidad de Michigan, los niños que no duermen lo suficiente con el tiempo pueden tener problemas de comportamiento y problemas de aprendizaje. Pueden ponerse de mal humor, tristes o enojados.
La mayoría de los problemas de sueño de los niños ocurren cuando estos están dormidos solo parcialmente. Tales problemas pueden incluir:
- Hablar dormidos: tu hijo puede hablar en voz alta o gritar durante unos segundos y luego volver a dormirse. Hablar dormido es más común que el sonambulismo, aunque algunos niños hacen ambas cosas.
- Pesadillas: son muy comunes en niños en edad preescolar y escolar. Tu hijo puede llorar para que lo consueles o ir a tu habitación después de una pesadilla. Por lo general, el niño se puede tranquilizar y calmar.
- Despertares confusionales: tu hijo puede despertarse llorando, confundido y aturdido. Es posible que no te reconozca o no sienta consuelo. Al igual que con el problema de hablar dormido, tu hijo puede decir palabras confusas carentes de sentido.
- Terrores nocturnos: son más intensos que los despertares confusionales o las pesadillas. No son muy comunes, pero pueden resultar muy molestos para los padres. Tu hijo puede gritar repentinamente o gritar aterrorizado. Es posible que se mueva en la cama. Un terror nocturno puede durar muchos minutos. Es posible que tu niño no te reconozca y no puedas consolarlo.
- Sonambulismo: tu hijo puede caminar por su habitación o por la casa. Es posible que los ojos de tu niño estén abiertos, pero todavía se encuentre dormido. Generalmente, los niños que caminan sonámbulos pueden realizar tareas muy simples, como caminar alrededor de los muebles.
JV