Berlín.- El Museo de Pérgamo de Berlín, parcialmente cerrado por obras de saneamiento y ampliación, cerrará por completo el 23 de octubre, y la reapertura del ala norte y de la sala del altar, inaccesible a los visitantes desde otoño de 2014, no está prevista hasta 2027, mientras que el acceso total tendrá que esperar hasta al menos 2037.
La división de las obras originariamente en dos fases tenía como objetivo mantener abiertas al público en todo momento algunas partes del museo. No obstante, a principios de semana la Fundación Patrimonio Cultural Prusiano y la Oficina Federal de Construcción y Ordenación Territorial anunciaban por sorpresa que el museo, uno de los principales atractivos de la ciudad, permanecerá cerrado durante tres años y medios.
Con este cierre total del museo hasta 2027, la fundación pretende “mantener todo el proyecto de construcción dentro de un marco temporal y de costes más reducido” a si se siguiera el plan inicial de iniciar la segunda fase una vez concluida la primera, que incluye el ala norte y la parte central, con la Sala Helenística y la sala de Pérgamo.
“Este paso es necesario para que la renovación integral en el marco del ‘Plan Maestro de la Isla de los Museos’ pueda continuar según lo previsto”, informaron en un comunicado.
Para la segunda fase de las obras, que incluye el ala sur, la construcción de una cuarta ala y la conexión con los demás edificios de la Isla de los Museos, ya quedó despejado el camino, agregaron. Así, el próximo otoño será posible comenzar con las medidas preparatorias y en 2024, con los trabajos de construcción.
La parte del edificio afectada alberga el Museo de Arte Islámico, todavía accesible en la actualidad, el Museo de Oriente Próximo y la sala con la Puerta del Mercado de Mileto, perteneciente a la Colección de Antigüedades Clásicas. Tampoco la Puerta de Ishtar de Babilonia será accesible al público en todo este tiempo.
“Las principales piezas de exposición, las principales atracciones, son arquitecturas monumentales instaladas permanentemente. Si se extraen, quedarán destruidas. Hay que ir con increíble cuidado”, precisó esta semana Hermann Parzinger, presidente de la Fundación Patrimonio Cultural Prusiano, a la cadena regional rbb.
Así, estos objetos arquitectónicos “irremplazables” permanecerán en el edificio durante las obras, sometidos para su protección a una constante monitorización para cumplir, entre otros aspectos, los límites vibración y subsidencia, establecidos en valores muy bajos. Según la fundación, el ala sur del museo se encuentra “en muy mal estado, lo que afecta a la estabilidad del edificio y a la seguridad de las piezas expuestas”.
FF