Ernesto Gloria, reportero
Ciudad de México.- El robo a una joyería registrado la semana pasada, puso en evidencia no sólo la comisión de delitos con impunidad, sino también la existencia de un mercado de compra de productos robados. Capitalinos entrevistados por Enfoque Noticias, señalaron el actuar de grupos criminales que una vez robados, comercializan principalmente en el mercado informal este tipo de productos.
“Está la vista de todos que hay un mercado negro o no sé cómo se le diga, no sólo de esas joyería y esos relojes tan caros, no, de tenis, de ropa, de todo, entonces pues yo creo que las autoridades cierran los ojos a lo que nosotros vemos y sabemos que existe… pues si sé que hay muchos tianguis que venden productos robados, pero nunca he visto…¿Nunca los ha comprado? No… pues sinceramente no soy mucho de acudir este tipo de lugares a comprar artículos, justamente porque sospecho que la procedencia pues no es lícita, entonces no. No estoy como pues no estoy de acuerdo”.
Nuestros entrevistados señalaron la omisión de las autoridades para revisar la procedencia de productos que se ofrecen en el mercado informal e incluso acusaron hasta una posible colusión con esa actividad.
“Pues supongo que deben estar como coludidos, porque pues, o sea, vivimos en México, sabemos que la policía no es lo más honesta aquí, bueno la justicia en general…no se desconozco cómo procedan en ese aspecto las autoridades, que si deberían por supuesto…alguien tendría que poner un alto yo creo que ahí tendría que ser primero si las autoridades hacer redadas o no sé; lo que se tenga que hacer… está la vista se cierran los ojos, todo mundo sabemos que existe ese tipo de mercado negro y creo que con la fuerza que lo que tiene que hacer el gobierno los encargados es eso”.
Recientemente comerciantes en pequeño, reportaron pérdidas en sus negocios a causa de la inseguridad que van del 10 al 20 por ciento, situación que se registra en el menos 3 de cada 10 negocios, en donde incluso en casos extremos son obligados a vender por ejemplo cigarros apócrifos o extorsionados que van desde los 500 pesos a los más de 50 mil dependiendo el giro y el éxito del negocio.
Los entrevistados coincidieron al señalar que gran parte de ese mercado ilícito es propiciado por los propios compradores.
“¿Cómo ve usted la actuación de la población al adquirir este tipo de productos…bueno también mal, también mal y por supuesto nosotros no comprar ese tipo de cosas no… pues que todo se empieza desde casa entonces y a lo mejor si uno empezará por dejar de comprar estos artículos, dejaría de ser negocio y por supuesto que también dejarían de comercializarse… cada quien tiene diferentes realidades y cada quien va o compra lo que puede adquirir con el presupuesto que tiene…o sea yo sé que no está bien comprar cosas robadas, pero pues o sea, aunque yo le diga a la gente que no lo haga, la gente lo va a seguir haciendo… también depende mucho de la educación que tenga la gente”.
FF