México.- Ante el fracaso del decreto presidencial para prohibir los vaporizadores, México debe avanzar en la definición de una regulación exclusiva para la producción, distribución y venta de dichos dispositivos, pues las políticas prohibicionistas han detonado un riesgoso “mercado negro”, donde más del 90 por ciento de los aparatos son peligrosos y de fácil acceso para menores de edad, afirmó el diputado federal por Movimiento Ciudadano (MC), Sergio Barrera Sepúlveda.
En este sentido, el legislador no escatimó en sostener que, a casi un año del decreto presidencial que se expidió para prohibir la venta de vaporizadores, no existe evidencia alguna de que la disposición haya revertido el consumo de los dispositivos, pues ocurrió todo lo contrario y, sobre todo, a través de canales ilícitos y accesibles para niños y adolescentes.
El legislador aseguró que la medida arbitraria del Ejecutivo Federal les cortó de tajo a todas aquellas personas que buscan dejar el consumo de cigarros convencionales la posibilidad de acceder a una alternativa científicamente comprobada, pues en países como Nueva Zelanda, Francia, el Reino Unido y Canadá los vaporizadores son utilizados en políticas públicas para combatir el tabaquismo.
“La prohibición de los cigarrillos electrónicos impide a las personas que fuman cigarrillos de combustión, es decir, de tabaco, que puedan tener una alternativa para que puedan dejar de hacerlo y eso pues hace que estén a expensas de algo que sería menos dañino y que en otros países, inclusive ya está regulado, porque uno de cada 20 aparatos que hoy en día están en las calles y que todas y todos hemos visto, son seguros, los otros 19 son dañinos y están en peligro y al acceso de los menores de edad”, comentó el diputado.
En ese sentido, el representante ciudadano Sergio Barrera, presentó de nuevo la iniciativa para regular los cigarrillos electrónicos conocidos como “vapeadores” en vez de prohibirse, pues a un año del decreto para prohibirlos no hay evidencia de que se redujo el consumo.
Además, dijo que se estima que paso de 1.5 millones de consumidores en 2021 a cerca de 4 millones entre 2022 y 2023. En representación de la Bancada Naranja, destacó que la cultura prohibicionista ahonda la problemática de consumo de estos dispositivos en vez de resolverla.
Insistió en que la salud de quienes consumen estos dispositivos en el mercado ilegal se encuentra en riesgo, toda vez que, al no estar regulados, no hay información que dé cuenta de las sustancias que se utilizan para su fabricación.
“Lo que se me hace increíble, y que les quiero presentar también hoy, es que, según la revista de la Cofepris, una de las razones por las que se basaron en decir que este tipo de cigarrillos o este tipo de dispositivos son peores, pues eso en dos capítulos como viene aquí en la revista De la Rosa de Guadalupe, así es, como lo escuchan, La Rosa de Guadalupe es una referencia para ellos. Y dicen que, por que ahí salía este tipo de dispositivos, son peores”, exhibió el diputado.
FF