Agencia EFE
Brasilia.- El impacto social y económico de la pandemia de COVID-19 aún afecta la alimentación escolar en América Latina y el Caribe, según un informe presentado en Brasilia este martes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Más allá del cierre prolongado de escuelas, que interrumpió el proceso de aprendizaje, disminuyó el rendimiento académico y causó “daños a múltiples aspectos del bienestar de los niños y las niñas”, el estudio sostiene que el impacto de la pandemia se extiende ahora en “un contexto de crisis agravadas” en toda la región.
El informe “Estado de la Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe” referido a 2022 fue presentado en la capital brasileña, en la apertura de un seminario sobre capital humano que congrega a delegados de todos los países de la región, junto con representantes de organismos internacionales.
Precisa que, por la crisis sanitaria, 165 millones de alumnos de toda América Latina y el Caribe tuvieron su educación interrumpida y que la retomada de actividades escolares se ha dado en un escenario de “precios de los alimentos e insumos agrícolas” en aumento. Agrega que la región acusa esos efectos en momentos de creciente “inseguridad alimentaria” y con los “indicadores nutricionales” en “declive”.
Según el BID y el PMA, todo ese escenario actual se suma a lo que califican como “desafíos estructurales de larga data”. Entre ellos, citan “un clima cambiante con sequías e incendios forestales intensificados y huracanes más frecuentes y violentos, tendencias crecientes de sobrepeso y obesidad con comorbilidades asociadas, y movimientos migratorios complicados y a gran escala”.
Todo ello, según el estudio, “amenaza el bienestar, el acceso a la escuela y la capacidad de desarrollo de los niños y las niñas” y supone “desafíos agravados” que “crean las condiciones” para que aumente el abandono escolar. De hecho, precisa que “hasta 12 millones de niños, adolescentes y jóvenes de primaria, primer ciclo de secundaria y segundo ciclo de secundaria”, no “están asistiendo a la escuela” en América Latina y el Caribe.
Los previsiones para el futuro inmediato son aún más sombrías y dicen que “la trayectoria educativa de más de 118 millones de niños y niñas de entre 4 y 17 años está en peligro”, por un “incierto” acceso a una “educación de calidad”, lo cual constituye “una amenaza significativa para su progreso académico y oportunidades futuras”.
FF