En China, las autoridades dieron a conocer que la población de ese país disminuyó durante el 2022 por primera vez en más de 60 años.
Esto se debe a lo difícil que resulta para los chinos el poder conciliar las exigencias del trabajo con una buena educación para los hijos, en una sociedad muy competitiva y con escasa ayuda del gobierno.
La disminución ha sido tal, que dentro de unos pocos meses India se convertirá en la nación más poblada del mundo. Los expertos en el gigante asiático advierten de que esto podría dañar el crecimiento económico a largo plazo y presionar las arcas públicas.
El gobierno chino ha tratado de ayudar a estimular la natalidad con ayudas mensuales de algunos cientos de yuanes para los padres primerizos y un cheque por cada hijo nacido. Sin embargo, quienes ya tienen un hijo aseguran declaran que no tendrán más, ya que las condiciones laborales y la situación económica son complejas y no permitan darse ese lujo.
Recordemos que China puso fin a su política de un solo hijo por pareja en el 2016, y en el 2021 permitió a las parejas tener hasta tres niños. En las ciudades más grandes, como Beijing y Shanghái, se ha impulsado el tener hijos, extendiendo el permiso de maternidad hasta 158 días, y el año pasado las autoridades sanitarias dieron instrucciones que requieren a los gobiernos locales facilitar guarderías, aunque no de manera gratuita.
Al parecer las acciones tomadas por el gobierno chino no están siendo efectivas para estimular la tasa de nacimientos y evitar un colapso de su economía en un futuro.
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