Rafael Cauduro (1950-2022), el más importante fabulador del arte mexicano, el artista fascinado por el deterioro y la creación de vestigios, quien falleció la noche del sábado, recibirá hoy un homenaje póstumo en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes.
La ceremonia, a la que asistirá su esposa, Liliana Pérez Cano, directora de la Casa Estudio Rafael Cauduro, será de acceso público y recibirá las cenizas del artista a las 17:00 horas.
De acuerdo con la familia, el artista murió en su casa de Cuernavaca, luego de una enfermedad que lo mantuvo fuera del alcance público durante el último año, hasta que, hace dos semanas, se agravó su salud.
Rafael Alejandro Cauduro Alcántara comenzó su carrera como artista en los años 70. Nunca estudió arte en la academia, sino que desarrolló un camino en solitario, propio de su carácter reservado e introspectivo. Tras comenzar a vender con éxito sus caricaturas, se dedicó de lleno al arte y abandonó la carrera de diseño industrial.
Su trabajo como caricaturista le permitió reconocerse como artista y plasmar su visión aguda sobre la sociedad, la religión y la política en todas sus obras.
A menudo, experimentó con materiales no ortodoxos y con el deterioro natural de la obra como un reflejo de su visión del mundo, al igual que los espectros y las huellas de sus recuerdos infantiles que parecen no borrarse.
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