Turquía se clasificó para los octavos de final de la Eurocopa después de ganar este miércoles por 1-2 a la República Checa, eliminada de la competición tras quedar en la cuarta posición del grupo F.
Con un jugador menos por la expulsión de Barák a los veinte minutos, la República Checa no consiguió acceder a la siguiente fase. Turquía de adelantó por medio de Çalhanoglu al inicio de la segunda parte y Soucek empató a falta de media hora. Sin embargo, Turquía, en el tiempo añadido, cerró el marcador con un tanto de Tosun que citó a su equipo con Austria en la siguiente fase.
Entre la anarquía, sin protagonismo de Arda Güler y con los tantos de Çalhanoglu y Tosun, Turquía reinó entre el caos y la brusquedad para firmar una victoria (1-2) ante la República Checa en un duelo marcado por la expulsión del checo Barák, clave en la clasificación para los octavos de final del combinado otomano, que se citó con Austria en la siguiente ronda.
Turquía continua y sueña
Pese a jugar con un hombre más, Turquía sufrió de lo lindo para dejar en el camino a sus rivales, eliminados con dignidad y al borde de la épica. La República Checa estuvo por momentos a sólo un gol de alcanzar la gloria y peleó hasta el último aliento para sorprender a un equipo que rozó la tragedia. Finalmente, Turquía aguantó, cerró el choque en el minuto 92 con el tanto de Tosun y estará en la siguiente fase con alguna duda.
Antes, su entrenador resolvió una: las críticas que cayeron sobre Vincenzo Montella por no jugar de inicio con Arda Güler en el segundo partido de Turquía no dejaron más opciones al técnico italiano de alinear al talentoso centrocampista del Real Madrid. En verdad, no se vio obligado a nada, porque Güler, pese a su juventud, es un futbolista diferencial que ante un partido complicado como el de la República Checa tenía que jugar sí o sí.
De inmediato, Güler se convirtió en la principal atracción del duelo. Ensombreció al resto de sus compañeros, muchos de ellos también con una calidad indiscutible. La ‘Gülermanía’ se comió a nombres como Çalhanoglu, Yilmal o Kadioglu, los otros tres jugadores turcos diferenciales y con más veteranía y experiencia que el chaval de 19 años.
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Y el duelo necesitaba de mucho temple porque había mucho en juego para ambas selecciones, que podían clasificarse y también salir de la Eurocopa. Cualquier resultado era posible y la República Checa, con jugadores muy expertos, curiosamente pecó de novato con una expulsión que marcó todo el partido. Barák, primero con una entrada sobre Kadioglu y después con otra a Ozcan, recibió dos cartulinas amarillas y se fue a la calle.