Este sábado 30 de septiembre, se llevó a cabo el partido de la jornada 7 de la Premier League entre Tottenham Hotspur y Liverpool. Un encuentro en el que se dieron las cosas de manera muy atropellada para los “Reds”.
Con un marcador final de 2 a 1 favorable para los Spurs, el trámite del partido tuvo mucha polémica arbitral, ya que el árbitro del encuentro, Simon Hooper expulsó a dos jugadores del Liverpool, Curtis Jones por roja directa y Diogo Jota por doble amarilla.
Sin embargo, la polémica central se dio al minuto 34, cuando Luís Díaz había anotado un gol legítimo a pase de Mohamed Salah, pero el VAR consideró que el colombiano estaba en fuera de lugar sin siquiera trazar las líneas de offside; en ese momento, el partido tenía marcador de 0 por 0, en la jugada siguiente a la anulación del gol, Heung-Min Son anotó el primer gol del partido, para Tottenham.
El resultado adverso para los Reds, significa perder una racha de 17 partidos sin conocer la derrota en Liga, además de dejar ir el liderato de la Premier, y caer hasta la cuarta posición, 2 puntos por debajo del Manchester City, y 1 punto atrás de los Spurs y Arsenal.
El Organismo de la Premier League encargado de designar a los árbitros reconoció el error en un comunicado después del partido. Argumentando que tan sólo fue un error humano, y que se pondrían en contacto inmediato con el Livperool FC.
Las reacciones de los jugadores de Anfield no se hicieron esperar. Alexis Mac Allister comentó en una publicación de su compañero de selección, Cuti Romero: “Normal cuando juegas con 12”. Comentario que sería borrado por el campeón del mundo. Al igual que Virgil Van Djik, capitán del Liverpool, aseguró que es difícil creer que haya sido solo un error humano. Klopp, estratega del equipo, mencionó que, si comentaba lo que realmente creía, sería suspendido.
Ese error quedará marcado como uno de los más graves en la historia de la Premier League. Error que, a la larga, puede ser muy costoso para el equipo dirigido de Jürgen Klopp.
Por: Javier Gamez Espinosa