Rocío Hernández
CDMX.- Hace 35 años llegó a México. Se instaló en Etzatlán, Jalisco, donde inició su lectura y la traducción de la obra de escritores como Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Ángeles Mastretta y Gabriel García Márquez a su lengua nativa, el bangla.
Hoy él se identifica más como mexicano y decidió publicar “Princesa negra de dos estambres”, su primer libro, novela con tintes rulfianos en la que simplifica sus caminatas y sus conversaciones con habitantes de la región, donde pone como telón de fondo el romance de María y Librado Jiménez, y repasa temas como la migración y los paisajes de la posrevolución.
Desde su infancia el escritor y traductor bangladesí Anizus Zaman ha cultivado el impulso irreprimible de contar historias. Por ello, al explicar su vida en retrospectiva, el recuerdo imborrable del abuelo materno que traducía de manera oral y espontánea Las mil y una noches al bengalí, ha arraigado en la memoria de Anizus Zaman como capas íntimas de asombro, ternura y pérdida que le han permitido de forma obstinada iluminar su indoblegable y lúcida apuesta de escribir ficciones literarias para mantener vivo “el hábito de inventar cosas que no habían sucedido para asombrar a los otros niños y a las personas que vivían a mi alrededor”, ha confesado el narrador.
A partir de esa temprana certeza vital, Anizus Zaman sólo tenía que zambullirse después en el ruido y la furia insondable de la vida, para aprender que el ejercicio estético de la imaginación no sólo tiene raíces profundas en la inasible y delgada línea de la comunidad de los recuerdos familiares para enfrentarse a las inevitables preguntas sobre lo que heredamos de nuestros ancestros, sino también para apropiarse de las fuentes, recursos, narraciones populares, leyendas y géneros literarios universales que le permitieran enriquecer y construir la mirada compasiva, catártica y liberadora de su primera novela “Princesa negra de dos estambres”.
A ella, no sólo ha sabido agregar de forma alegórica la memoria insumisa de la patria lejana de la infancia, sino que también ha recreado la saga épica e íntima de una familia mexicana a través de varias generaciones que intentan restablecer un sentido de pertenencia en un mundo dominado por fuerzas destructivas y en declive, atrapado en los trastornos culturales y sociales del México moderno.
En la travesía literaria emprendida por Anizus Zaman en “Princesa negra de dos estambres”, se mezclan personajes reales y ficticios que le permiten al autor también reflexionar de forma crítica sobre sucesos y eventos históricos de México, consciente de que el pasado “es el único tiempo del que se puede hablar con algo de verdad”.
JJ