Hoy 12 de diciembre celebramos un aniversario más de las apariciones de la virgen de Guadalupe a Juan Diego Cuauhtlatoatzin en 1531 en los alrededores del cerro del Tepeyac.
Desde entonces la imagen de la Virgen de Guadalupe quedó plasmada en el ayate de Juan Diego, que año con año, atrae la atención de millones de creyentes que visitan la Basílica de Guadalupe para hacer sus peticiones para una mejor vida o agradecer los favores recibidos.
Datos sobre el lienzo en el que, según la tradición católica, la virgen María dejó plasmada su imagen., en su advocación de Guadalupe:
- La tilma de San Juan Diego no está confeccionada con fibra de maguey, sino con fibra de “agave popotule”, también conocida como planta de ixtle
- Es un tejido burdo. Incluso se ve a trasluz el movimiento de un brazo
- Sus dimensiones son 104 x 170 centímetros
- Está formado por dos partes unidas en el medio por una burda costura vertical, efectuada con un hilo de maguey
- El pintor Miguel Cabrera dijo en su libro “La maravilla Americana”, que la imagen está también en el revés de la tilma
- En la imagen de la Virgen de Guadalupe no hay huella de pincel, según los científicos americanos, Smith y Callaghan, que trabajaron en la NASA, así como el pintor Francisco Camps Ribera
- El Dr. D. Ricardo Kühn, Director del Departamento de Química de la Universidad de Heidelberg (Alemania), y Premio Nobel de Química, analizó las fibras del ayate. Su dictamen, sin conocimiento de la procedencia de las fibras, fue que no existía colorante, ni animal, ni vegetal, ni mineral, ni sintético. Se trata de un colorante desconocido
- Es curioso que irregularidades del lienzo, por los hilos desiguales, resaltan más los rasgos. Por ejemplo: un hilo más grueso de lo normal pone de relieve el labio superior; y otro, el párpado del ojo derecho
- Desde el año 1950 los ojos de la Virgen de Guadalupe han sido examinados por una veintena de oftalmólogos
- Científicamente, no se explica la conservación del ayate a 492 años del milagro, pues lo normal es que no dure más de 20, ni cómo no desapareció cuando le cayó ácido nítrico de arriba a abajo o cuando sufrió la explosión de la bomba del 14 de noviembre de 1921, que destrozó todo lo que había cerca.
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