Tapachula.- Las dos caravanas migrantes conformadas en México avanzan este sábado por el país, por los estados de Chiapas y Veracruz, en medio de obstáculos como temperaturas extremas, cansancio y la presión de las autoridades.
La nueva caravana, que se moviliza desde hace tres días por Chiapas con miles de migrantes haitianos y centroamericanos, retomó su camino la madrugada de este sábado con destino al municipio de Villa Comaltitlán con la meta final de llegar a Ciudad de México para regularizar su estancia.
La caravana salió en la madrugada de la iglesia de San Francisco de Asís de Huixtla, desde donde recorrieron unos 18 kilómetros hasta llegar a Villa Comaltitlán, el cuarto municipio que pisan. Los migrantes hicieron una parada en un estacionamiento de camiones de carga para descansar unas horas, bañarse en el río Saltillito y lavar su ropa.
Las autoridades de Protección civil y la Policía municipal instalaron carpas para que los viajeros se cubriesen del sol, además de una ambulancia para brindar atención médica y curar heridas de los pies.
Entre el grupo estaba Cristian Aldahir, originario de Honduras, quien contó que huyó de su país porque no quiso pertenecer a las pandillas y se aventuró a migrar a México. Al llegar a suelo mexicano permaneció nueve meses buscando papeles, pero al llegar a Iztapalapa, en Ciudad de México, lo devolvieron a Tapachula, en la frontera de México con Guatemala, por lo que se unió a la caravana para obtener documentos.
De acuerdo con Luis Rey García, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), este movimiento migrante es uno de “los más grandes” de este sexenio y representa el “fracaso de la política migratoria” del Gobierno, que ha pedido a la caravana no avanzar e iniciar trámites desde donde estén. Algunos migrantes que han caminado desde hace varios días, han decidido entregarse de manera voluntaria a las autoridades y para iniciar el trámite de tarjetas temporales que les permitan estar en el país.
FF